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Marie Curie, la madre de la física moderna

El 4 de julio de 1934 murió en París Marie Curie, una mujer que dedicó toda su vida a la ciencia, y cuyas investigaciones le valieron dos premios Nobel: uno de Física en 1903, junto con su marido Pierre, convirtiéndose en la primera mujer en obtener este galardón, y otro de Química en solitario en 1911…

Una mujer Nobel

Licenciada en física y matemáticas gracias al ‘pacto de damas’ que había contraído con su hermana, Marie Curie se convirtió, a principios del siglo XX, en la primera mujer en la historia en recibir un premio Nobel. El de física lo compartió con su marido Pierre Curie, pero unos años más tarde, en 1911, recibiría de nuevo el máximo reconocimiento de la Academia sueca, con el premio Nobel de Física. 

Matrimonio científico

Se dice que el suyo fue un matrimonio unido por la ciencia, pues nunca mostraron grandes alardes románticos. Sin embargo, Pierre y Marie, que tuvieron dos hijas, consagraron su vida al estudio de la ciencia y permanecieron juntos hasta la trágica muerte del primero en un desafortunado accidente con un carruaje. 

La herencia de Marie Curie

A pesar de que su madre no llegaría a verlo, Irène Joliot Curie, la hija mayor del matrimonio, también fue galardonada con el premio Nobel de Química tan solo un año más tarde de la muerte de Marie. Desde joven, Irène se había mostrado interesada por el trabajo de su madre y llegaron a trabajar juntas durante un tiempo. Esta fotografía fue tomada el 20 de abril de 1927 en París.

Investigaciones letales

Las investigaciones de Curie fueron pioneras, tanto que ni ella ni su marido eran conscientes de los peligros a los que se exponían con la radiación. De hecho, se cree que la anemia aplásica que provocó la muerte de Marie en 1934 fue a causa de los largos años dedicados a la investigación en su laboratorio. Su cuerpo fue depositado en un ataúd sellado con una pulgada de plomo para aislarlo de la radiación.

«Nada en este mundo debe ser temido, sólo entendido» , estas palabras definen el carácter perseverante y luchador de Marie Curie, una mujer que se enfrentó al machismo y el antisemitismo de su época, pero cuya imagen recordamos como la de una persona circunspecta, sobria, reflexiva y de expresión severa.La muerte la sorprendió el 4 de julio de 1934 en Passy, Francia.

Marie Curie (bautizada como Maria Salomea Sk?odowska) pasó a la historia como la «madre de la física moderna», nació el 7 de noviembre de 1867 en Varsovia, entonces capital de un país ocupado por Rusia, que tras sofocar varias revueltas nacionalistas acabó imponiendo su lengua y sus costumbres. Con apenas 15 años, Maria vivió la frustración de no poder ingresar a la Universidad de Varsovia, ya que esta institución no admitía mujeres. Como recurso, Marie tuvo que recurrir a la llamada «Universidad Volante», una institución clandestina, abierta a las mujeres, y que ofrecía a los jóvenes polacos una educación de calidad en su propio idioma. El nombre de «volante» («flotante», según algunos autores) viene precisamente de la necesidad que tenían alumnos y maestros de cambiar constantemente de ubicación para escapar al férreo control ruso.

PACTO DE DAMAS ENTRE HERMANAS

En 1890, su hermana Bronya había podido cursar estudios de medicina en París gracias al dinero que Maria había ganado ejerciendo como institutriz en Varsovia. Ahora era el momento de que Bronya hiciera efectivo el «pacto de damas» con el que las hermanas se habían comprometido a costearse mutuamente sus estudios. Superadas las reticencias iniciales, Marie aceptó la oferta de su hermana, y en 1891, habiéndose cambiado el nombre por el francés Marie, se matriculó, por fin, en la Universidad de París donde cursó física y química y matemáticas. En 1893 se licenció en física y en 1894, con la ayuda de una beca, se licenció en matemáticas.

Marie inició su carrera científica en 1894 con una investigación sobre las propiedades magnéticas de diversos aceros que le encargó la Sociedad para el Fomento de la Industria Nacional. Fue ese mismo año cuando Marie conoció a Pierre Curie, un físico francés, pionero en el estudio de la radiactividad. Desarrollaron una profunda amistad (y algo más), hasta el punto de que Pierre le propuso matrimonio. Al principio Marie no aceptó ya que tenía intención de volver a Polonia, e incluso hay fuentes –algunas cartas que envió Marie a una amiga en Varsovia– que muestran que la relación entre ambos lo era todo menos romántica. ?Sin embargo, Pierre declaró que estaba dispuesto a seguirla, incluso si eso significaba tener que enseñar francés para subsistir. Sin embargo el respeto, el cariño y la pasión que ambos tenían por la ciencia les unió el 26 de julio de 1895. Como era de esperar, tras la boda, la pareja (que tendría dos hijas) consagró su vida a la investigación.

LOS CURIE, UN MATRIMONIO UNIDO POR LA CIENCIA

En 1896, y animada por Pierre Curie, Marie decidió hacer su tesis doctoral acerca de los trabajos de Henri Becquerel, un físico francés que descubrió accidentalmente la radiactividad durante una investigación sobre la fluorescencia. El 25 de junio de 1903, en la facultad de Ciencias de la Universidad de La Sorbona, en París, Marie Curie, ante un tribunal presidido por el físico luxemburgués Gabriel Lippmann, defendió su tesis doctoralRecherches sur les substances radioactives (Investigaciones sobre las sustancias radiactivas) por la que obtendría un sobresaliente cum laude y su doctorado en ciencias físicas.

A partir de 1897, la pareja empezó sus estudios, en los que incluyeron algunos minerales con uranio como la pechblenda, la torbernita o la autunita. El matrimonio no tenía laboratorio propio y la mayor parte de sus investigaciones las realizaron en un cobertizo junto a la Escuela de Física y Química, que anteriormente había sido una sala de disección médica de la facultad. Estaba mal ventilada y no eran conscientes de los efectos nocivos a los que iban a verse expuestos.

En julio de 1898, el matrimonio publicó un artículo conjunto en el que anunciaba la existencia de un elemento al que llamaron «polonio», en honor al país de origen de Marie, y el 26 de diciembre de 1898, los Curie anunciaron la existencia de un segundo elemento, al que llamaron «radio», derivado de un vocablo latino que significa rayo. En la investigación se acuñó la palabra «radiactividad».

LA PRIMERA MUJER PREMIO NOBEL

En 1903, «en reconocimiento por los extraordinarios servicios rendidos en sus investigaciones conjuntas sobre los fenómenos de radiación descubiertos por Henri Becquerel», junto con Henri Becquerel y Pierre Curie, Marie fue galardonada con el Premio Nobel de Física convirtiéndose en la primera mujer en recibir el preciado galardón. Los Curie no recogieron el premio en persona alegando que estaban demasiado ocupados en sus investigaciones.

A partir del otoño de 1898, el matrimonio empezó a padecer los primeros problemas de salud que los acompañarían el resto de sus vidas. Éstos incluían desde fatiga a inflamación de las yemas de los dedos. El 19 de abril de 1906, la tragedia golpeó a Marie de la forma mas devastadora: Pierre murió a consecuencia de un accidente en París. Mientras caminaba bajo la lluvia fue golpeado por un carruaje tirado por caballos y cayó bajo las ruedas. La caída le produjo una fractura mortal en el cráneo. A pesar de que Marie quedó devastada, quiso seguir con los trabajos de su difunto esposo y rechazó una pensión vitalicia. Durante los años siguientes, Marie sufriría episodios depresivos, aunque encontró apoyo en la familia de Pierre, su padre Eugene y su hermano Jacques. El 13 de mayo de 1906, el Departamento de Física de la Universidad de París decidió ofrecerle el puesto de su esposo y que Marie aceptó con la esperanza de crear un laboratorio de categoría mundial como homenaje a su marido. Marie fue la primera mujer en ocupar un cargo como profesora en dicha universidad y la primera directora de un laboratorio en esa institución. Entre 1906 y 1934, la universidad admitió a 45 mujeres sin aplicar las anteriores restricciones de género en su contratación.

UN PREMIO NOBEL EN SOLITARIO

En 1910, Marie, demostró que se podía obtener un gramo de radio puro y al año siguiente, en 1911, recibió en solitario el Premio Nobel de Química «en reconocimiento por sus servicios en el avance de la Química por el descubrimiento de los elementos radio y polonio, el aislamiento del radio y el estudio de la naturaleza y compuestos de este elemento». Con una actitud desinteresada, no patentó el proceso de aislamiento del radio, dejándolo abierto a la investigación de toda la comunidad científica.

Con info de historia.nationalgeographic.com.es

Escrito por Invidente Zurdo

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