La empresa del nuevo hombre más billetudo de esta piedra conocida como Tierra, ha llevado a cabo diferentes experimentos en el espacio. Ha probado la reacción con varios productos y animales, y el chupe no puede quedarse atrás.
Como leerán más adelante mis estimados camaradas de la briaga, Elon Musk y su Space X, mediante la nave llamada Dragon, llevó y regresó unos buenos pomos de vino, así como la materia primordial de éste, las suculentas uvas.
Transportar el vino no era una tarea sencilla, más porque es un pecado capital desperdiciar el líquido más valioso de la humanidad, obvio, después del agua y la sangre. Cuidadosamente empaquetado, cada tella iba ubicada dentro de un cilindro de acero para evitar que se diera en la madre.
Durante el año que han pasado en la Estación Espacial Internacional, han permanecido tapadas con corcho a bordo del laboratorio en órbita. Pinche tentación para los weyes que manejaban la chingadera esa.
¿Y por qué chingaos se les ocurrió hacer esto? Space Cargo Unlimited, la startup de Luxemburgo detrás de los experimentos, quería que el vino envejeciera durante todo un año allí.
Habla el ocurrente dirigente y compa del Musk: “Nuestro objetivo es abordar la solución de cómo vamos a tener una agricultura mañana que sea orgánica y saludable y capaz de alimentar a la humanidad, y creemos que el espacio tiene la clave”, afirmaba Nicolas Gaume, CEO y cofundador de la empresa.
Para mala suerte de quienes queremos tragar alcohol, ninguna de las botellas se abrirá hasta finales de febrero. Ahí es cuando la compañía abrirá una botella o dos para una cata de vinos en Burdeos por parte de algunos de los principales conocedores y expertos de Francia. Seguirán meses de pruebas químicas. Los nerds investigadores (pero que también gustan de la briaga), están ansiosos por ver cómo el espacio alteró la sedimentación y las burbujas.
La ciencia agrícola es el objetivo principal, subraya Gaume, aunque admite que será divertido degustar el vino – nada pendejo –. Estará entre los pocos afortunados que tomarán un sorbo. A pesar de la buena peda que puedan agarrar por esas fechas, hay razones válidas para ver los resultados de este experimento.
Con el cambio climático, Gaume dijo que los productos agrícolas como las uvas deberán adaptarse a condiciones más duras. A través de una serie de experimentos espaciales, Space Cargo Unlimited espera utilizar lo aprendido al estresar las plantas en ingravidez y convertirlas en plantas más robustas y resistentes en la Tierra.
Hay otro beneficio: Gaume espera que los futuros exploradores que lleguen a la Luna y Marte querrán disfrutar de algunos de los placeres de su hogar. Aunque seguramente no hablamos de un capricho barato, el cofundador de Space Cargo Unlimited se ha negado a proporcionar el coste del proyecto. Seguramente alcanzaría para alimentar a miles de personas de escasos recursos, pero que chingados, eso es tener lana y tirarlo al espacio.
El vino viajó a la Estación Espacial Internacional en noviembre de 2019 a bordo de una nave de suministro Northrop Grumman. Los 320 fragmentos de vid Merlot y Cabernet Sauvignon se enviarón en marzo del 2020 y ahora, en este nuevo año, regresan a su “Tierra” de origen…