¡Volvímos! A pesar de las inclemencias del tiempo… y de los encargados «pogres» que no nos pelan… ¡Diablos!… Nadie es perita en dulce… ¡¿Y que carajos importa?! Ni putamadre…
Part I
Lo único que sé, es que la división pawpatrol alcoholic llegó a cubrir un cartel festivalero playero en la ciudad más seca de la república… ¡Vamos! No se hagan que la desflorada palomera virgen les habla… En fin, no entraremos en detallles…
Los únicos detalles que nos importan son que el domingo 3 de agosto hubo más que arena y desanimo en las sagradas instalaciones de ese invocado lugar; existió buena música, interpretada por glamorosos homenajeadores del surf, bandas que son extraordinarios aprendices de aquellos lejanos chamacos playeros gabachos (te extrañamos Brian)… De rendidos sirvientes a las entrañas de grupazos que todavía tienen esa mística de inocencia del fallido cine de oro de los 60´s / 70´s.
Lo que podemos describir y contastar, es que hubo mucho buen pedo, desmadre desmedido – medido, con extraordinarias rolas que nos pusieron bien pegajosos, reventadamente playero citadino…
Nada más chequen los nombre de los hombres musicales: Los Pegajosos, Sea Waves Surf Music, Invisible Man y Pepe el Toro y Los Incendios… Todos ellos se rompieron la madre, ejecutando sus mejores rolas, interpretando los himnos que los han posicionado en el gusto del público…
Parte II
El informe dicta que las bandas que hicieron su ritual musical – operístico- animalístico – tiburonero funcionó a la perfección. Rostros de juventudes no tan jóvenes, satisfechos por lo conseguido en un escape de la realidad transformado en una plasticidad melodiosa.
Gracias a los no tan progres del Beat 803, ahí sigue bregando la verga al bergantín independiente que maniobran. Tarde – noches como esta validan su esfuerzo, es más, lo visibilizan más de lo que creen. Los grupos que aprovecharon el escenario lo constatan… y lo rematan, no dejan que el aburrimiento se apodere, aunque sea en pequelos cuadrantes, de la mentalidad, o esa parte que todavía palpita, castigadora de castigadoras manipulaciones…
Agradecemos a Michel «Pingu» Espinosa, por el raquítico esbozo que su alterada mente le permitió compartir… Las fotos también son de ese errante ser…
Sea como sea con los beat, siempre agradecemos las atenciones de su amable personal…