Al parecer no sólo es eso, también se ve como un club de Tobi…
Premiaciones culinarias hay un chingo, pero una de las que más atención tiene es la de los 50 Best Restaurants, la cual tiene muchas modalidades, más que nada por dividir sus ceremonias por regiones, coronando con una celebración mundial. Cabe aclarar que hay una gran editorial inglesa detrás de toda esa parafernalia – imposible no darse cuenta -.
Asegurar que los cocineros, ahora estrellas de los medios, están coludidos en todo ese glamour desde un principio, sería ahorcarnos nosotros solos. Lo que sí vemos, es que ya se sienten parte de esa maquinaria publicitaria, se ven cómodos, inclusive, se puede decir que esbozan una sonrisa de complicidad. Saben que todos reciben dividendos, obviamente, más quien lo organiza y los restaurantes, así como los chefs, obtienen una gran promoción.
Año con año se llevan 3 de estas “fiestas”, dando espacio a dos regiones que pueden considerarse menos prósperas, Asia y Latinoamérica, en consideración con la que hacen a nivel global. Cierto, una de esas fiestas es en Oriente, pero tratan de impulsar a países que no pueden considerarse “primer mundo” como la India o Tailandia. Es como dar premios de consolación para que no se enojen esos lugares populosos. Así no sólo son misóginos, también puede decirse que son clasistas, elitistas y que siguen imponiendo la gentrificación.
Pero basta de choros, veamos por que decimos que son machistas. Los principales premios, es decir, nombrar Mejor Restaurante del Año, lo que conlleva decir que el cocinero que maneja tal local es considerado el mejor chef del planeta. En la mayoría de las ediciones, de cualquiera de sus tres de sus festividades, no ha habido una mujer con tal distinción. Pero ¡oh sorpresa!, se les ocurrió crear un lauro exclusivo como la mejor cocinera del año, para así evitar que se les señale y las eliminan sutilmente de la competencia principal.
Dirán que soy paranoico, pero para muestra un botón. Recién se llevaron a cabo los 50 Best Restaurants Latinoamérica 2020 y el ganador fue Don Julio, que es manejado por un hombre. Después de él, siete más; tuvieron que pasar todos ellos para ver a la mexicana Elena Reygadas como la mejor colocada. Después de ella, otros 8 masculinos le siguen para poder a la segunda mejor posicionada, la peruana Pía León y así continuamos por cada puesto de ellas ganadas.
Pueden decirnos que después de Helena Rizzo (Brasil), quien está en el sitio 23, hay dos casillas consecutivas por colegas suyas, 27 – Leonor Espinosa (Colombia) y 28 – Vanessa González (Uruguay); pero vamos, ¿eso se puede considerar equidad?
Para resumir, de 50, sólo 8 están ocupadas por ellas, tenemos uno más con un asterisco ya que es un proyecto en conjunto con un hombre, que, como está registrado en la página oficial de la organización, parece que es él quien lleva el crédito principal. Quizás, como es uno de los más condecorados, lo editan así para darle su “justo lugar”.
No sé las convicciones personales de los hombres cocineros que pueblan este listado, no sé si tienen una visión de equidad, pero parece no importarles esta situación construida por la editorial que manejan y conducen estas premiaciones. Al menos eso se ve en la lejanía. Espero que alguna vez acepten las peticiones de entrevista y expongan sus posturas.
Rematamos con la lista de las mujeres que logran tener un reconocimiento a su trabajo:
9. Elena Reygadas – Rosetta CDMX, MEXICO
18. Pía León – Kjolle, Lima, PERU
23. Helena Rizzo – Maní, Sao Paulo, BRASIL
27. Leonor Espinosa – Leo, Bogotá, COLOMBIA
28. Vanessa González, Parador La Huella, José Ignacio, URUGUAY
* 35. Pía León, Malena Martínez y Virgilio Martínez – Mil, Cusco, PERU
40. Narda Lepes, Narda Comedor, Buenos Aires, ARGENTINA
44. Manoella Buffara – Manu, Curitiba, BRASIL
46. Carolina Bazán – Ambrosía, Santiago, CHILE
Saquen sus propias conclusiones, sugerimos que vean la página oficial de 50 Best Restaurants y allí verán su historial y ello los haga pensar sobre cómo nos manejamos…