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Vámonos por las botanas a las indias dijo Magallanes

  • “El tinto, viruela y sarampión los ponemos nosotros”
  • Frases que nunca dijo Fernando de Magallanes… Pero sí pensó…

La salida de Sevilla fue un poco complicada ¡pero jolines!, ¿cuándo no lo ha sido? Estos años, los del 1500, no eran para nada sutiles, más cuando la carrera por la conquista de nuevos territorios y rutas marítimas estaba en su clímax, dándose en la madre hasta con la cubeta los gachupines y tugas… bueno, bueno, perdonen lo despectivo, deben de entender que para que salgan este tipo de artículos con tintes de cuentos se elaboran con unos chupes encima del pseudo autor. Rebobinando la sesera y dando la debida aclaración y corrección, volvamos a lo de españoles y portugueses…

Estos peninsulares gandallas – ahí no vamos a ponernos progres porque hasta el día de hoy toda nación blanca sigue saqueando de diversas formas el patrimonio de otros – se dividieron, practica y literalmente, el mundo, con anuencia y bendición del heredero de san piter. San vergas deberían decirle a Alejandro VI, valenciano para más señas, quien aventó un madral de bulas para que sus designios, con presión de los mencionados ibéricos, incluyendo a los antepasados de Cristiano, para que las rutas marinas fueran de estas dos inches naciones, dejando de lado al belicoso Pancho Primero de la Galia.

Ahí va don Nando de Magallanes, partiendo en busca de la gloria y la lana si hallaba una vía diferente a las establecidas pa’ llegar a la tierra de Gandhi y Rajesh, ese morenito soltero de la big bang; y chingar todas las especias y seda que pudieran, para bien de la corona del emperador con nombre chocolate barato. El pinche Fer, – y no el de Maná, ese mamadeitor le pone una h intermedia a su diminutivo, mostrando señales ocultas sobre su paquetín – no creía que iban a pasar cosas culeras en este largo viaje. Pero que creen, si las hubo. El desdichado portugués tuvo que aguantarse, y tragarse corajes, por intentos de motines, más porque lideraba una caravana española, y él, siendo el vecino incomodo, pos les daba sobrados pretextos a sus marinos pa mandarlo a la chingada. Eso nos lleva a que en lugar de llevar más marinos paisanos, así como oficiales de su misma raza, también tuvo la maravillosa idea de llevar más chupes que armas.

Este don, el Nando, pensaba que los iba a traer alegres y cortos si tenían un buen de vino, para que así no la armaran de tos, pero el hambre es canija, y más si es por los duros dorados, esos que, según sus sueños mojados sacarían con sólo pisar tierras de mequetrefes indios herejes e incivilizados. Sacando ábaco, o el chingao aparato europeo que tuvieran pa sacar cuentas, les metió más lana a las tellas de litro que a mosquetes o espadas. Genio quien lo hizo comandante. ¡Ah! Perdón, fu él mismo que presionó para que lo nombraran como tal. Hasta creen que los jijos de Franco le soltarían las riendas, así como así.

Para no ir más al choro, ya que la chela ya se acabo y es hora de salir de la jaula, perdón, de la oficina; le invirtió un aprox de 2 melones de varos al vinito – un poco más en sí – y menos a las armas. Y de nuevo, perdonen la antifa idea de que eso no provocaría desgracia a los lugareños que visitarían; con las venéreas que llevaban, así como el sarampión y viruela eran más que suficientes para considerarlos como potenciales armas de destrucción masiva. Ya han de saber que desmadre provocaron en las américas con tanto hedor que trajeron. Y no, no somos fachos, sólo reflejamos lo que los libros oficiales no mencionan por tratar de no herir a uno de los socios comerciales más cercanos a nosotros.

Eso sí, hay que reconocer que le salió de chiripazo que uno de sus oficiales, españolete, fuera el primer man que diera la primera vuelta al planeta, el afamado Elcano, un verdadero afortunado de escapar y a lo lejos, ver como acribillaban a su otrora patrón unos étnicos cualquiera, en una isla de cuyo nombre no quiero acordarme. Pa eso están los eruditos…

Pseudo artículo hecho con monas y cerbatanas por el equipo conformado por el Tercero M: Moribundo Feliz, MenPal y el Invidente Zurdo, y no lleva M, porque no tiene madre…

Escrito por Invidente Zurdo

Chantal Peñalosa Fong. Otros cuentos fantasmas pueblan el Museo Amparo

A pesar de la furia seguimos…