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Seguimos vivos: The Killers y la resurrección de los conciertos

“My own soul’s warning… La advertencia de mi propia alma…”

Nuestro espíritu lo avisaba, estábamos ante el resurgimiento de las expresiones masivas por una sola banda: The Killers. Los oriundos de Las Vegas, Nevada fueron una bocanada de aire fresco, más ahora, que los niveles de contaminación ambiental, social, económica y de seguridad están con niveles negativos muy altos.

Foto del Invidente Zurdo…

“Enterlude… Enterludio… Interludio…”

Hace una semana que las bocinas retumbaron el Foro Sol, un recinto que está entrando en una etapa de mucha madurez arquitectónica, se empieza a ver vetusto, pero, aun así, resiste, como lo hemos hecho todos en estos últimos años. Por eso sigue siendo el ansiado interludio de nuestras emociones y desfogue de nuestra ansiedad de lo cotidiano.

Foto del Invidente Zurdo…

“When you where young… Cuando eras joven…”

Para algunos de nosotros, los más veteranos, fue un placer regresar a la CDMX, empaparnos de todos sus misteriosos efluvios y recordar aquellas ocasiones en que se iniciaban los conciertos de artistas internacionales, trayéndonos los sonidos que nos parecían lejanos. Brandon Flowers y sus secuaces replicaron esas memorias con un chingo de enjundia y nos volvimos, aunque sea por unas horas, unos alocados chavos – rucos, pero chavos rucos al fin -. Excelsa combinación…

“Shot at the night… Tiro en la noche…”

Las canciones empezaron a desfilar, tronando como espectaculares metrallas a través de la noche. Cada uno de los 60 mil asistentes brincábamos y bailábamos sin parar, creando coreografías incitadoras a la locura, a la lujuria musical, lo que nos transformo y nos volvió una masa amorfa, compenetrada con The Killers, quienes, alegremente y satisfechos, observaban la increíble comunión lograda con sus rolas.

“For reasons uknown… Por razones desconocidas…”

Y sí, por razones que desconozco, me abstuve 10 años para congregarme con mis congéneres de esta lúdica demencia. Pero valió la pena, muchas de mis penalidades infantiles desparecieron. Mis angustias me dieron permiso para olvidarme de la sofocante rutina laboral y, me apena decirlo, hogareña. No es difícil imaginar que fuimos miles los que pensamos lo mismo.

Foto del Invidente Zurdo…

“Read my mind… Lee mi mente…”

The Killers supo leer muy bien nuestras señales eléctricas emitidas por el hipotálamo. Su energía y entrega se noto en la forma de su interpretación; los instrumentos eran machados sin contemplaciones para el deleite de fanáticos. Los grandes éxitos que conocemos aparecían sin darnos descanso, un setlist clásico pero poderoso, colándose una sola rola de su actual material, pero no desentono con las otras.

“Human… Humano…”

Las notas, así como la lírica, nos devolvió un poco de esa humanidad perdida, subyugada por la inconsciencia de una sociedad sometida por un sistema urgido y hambriento de esclavos. El recital represento un escape a esas cadenas, a pesar de estar dentro de sus límites.

“Mr. Brightside… Señor Lado brillante…”

Esa noche, la del 29 de abril, sacamos los mejores pasos y el lado brillante que todos tenemos bien resguardado y debemos agradecerle a The Killers…

Foto del Invidente Zurdo…

“All These Things That I’ve Done… Todas estas cosas que he hecho…”

¿Qué si valió la pena? Cada pinche minuto, cada pinche peso, cada pinche chela, cada pinche gota de sudor, cada pinche desorientada…

Setlist del concierto:

  • “My Own Soul’s Warning”
  • “Enterlude”
  • “When You Where Young”
  • “In The Car Outside”
  • “Smile Like You Mean It”
  • “Shot at the Night”
  • “Running Towards a Place”
  • “Somebody Told Me”
  • “For Reasons Uknown”
  • “A Dustland Fairytale”
  • “Spaceman”
  • “Shadowplay”
  • “Just Another Girl”
  • “Runaways”
  • “Read My Mind”
  • “Dying Breed”
  • “All These Things That I’ve Done”
  • “Caution”
  • Encore
  • “Human”
  • “Mr. Brightside”
  • “Jenny Was A Friend of Mine”

Escrito por Invidente Zurdo

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