28 años han pasado de una propuesta cinematográfica bastante original, y más para estos tiempos llenos de sagas, reboots, remakes y demás revoltijos filmicos que estamos padeciendo en esta última década. Una cinta que siguió a puntillas los preceptos que había en los años 90’s, que, como en toda época, hay cosas buenas y malas, pero trataban de mantener guiones que refrescaran, en lo posible, la cartelera internacional. Y MIMIC lo consiguió…
Y no se olviden de que la manufactura es de uno de los más brillantes directores mexicanos de los últimos tiempos, don Guillermo del Toro.

Mimic es una mezcla de terror, sci – fi y misterio, sin quitarle esos guiños a lo noir de los años 40´s. La base de la historia es un cuento de Donald A. Wollheim, quien también se involucró en la elaboración del argumento. Ya que hablamos de éste, el mismo trata de control, control sobre la naturaleza debido al surgimiento de una mortal enfermedad en la gran ciudad, New York, que atacaba mortalmente a la población infantil. Y como los causantes de esa pandemia eran insectos, cucarachas para ser más exactos; lo lógico sería utilizar una de las mismas para su extinción, cosa que hacen investigadores liderados por la científica dra. Susan Tyler, interpretada por la gran actriz Mira Sorvino, y su esposo, Peter Mann, encarnado por un buen actor que no terminó de explotar, Jeremy Northam.

Pero la naturaleza es cabrona, dota de sentidos, soluciones y compuestos orgánicos a todos los seres de esta roca, eso hace que los pocos supervivientes de ese género insectil, evolucionen y se pongan bien pinches jurásicos y empiecen a darle en la madre, poco a poco, a los ciudadanos de la manzana neoyorquina. Lo más sobresaliente de los asesinatos cometidos por las cucarachotas, es que su andar pasa desapercibido para los traúnsentes que andan por los diferentes rincones de la megalópolis. Se camuflajean bien chingón, se mimetizan con el entorno y copian algunas características humanas, incluyendo algunos de sus movimientos biomecánicos.
Y… hasta aquí les dejamos los spoilers, porque capaz que hay vatas y vatos que a lo mejor no la han visto y les pueda interesar echarle una oportunidad…

Ahora bien, lo notable de la película es su propio nacimiento y exposición, ya que los productores, así como el estudio, se montaron en su macho y dijeron «sólo 30 melones de dolars son suficientes para esa movie». Lo que es peor, una buena parte de la filmación fue invadida por los mismos productores, usurpando el genio creativo de Del Toro, e hicieron un buen desmadre, regrabando escenas que ya tenían el el arte y visto bueno de Memo (pa´ los cuates), porque querían una mamada más orientada a un thriller de acción medio mafufo.
A pesar de ello, todo lo bueno de la cinta, su ritmo, guión, fotografía y conducción actoral es logro de Guillermo y el equipo, incluyendo a los histriones, que lo rodearon. Quizás no logro una recaudación millonaria, pero la neta, es una pelí que no ha envejecido mal, ya que el tema, aunque recurrente, sigue estando en la mente de los espectadores, más que no tiene muchos años que sufrimos el pinche COVID y lo latente que esa amenaza resurja; con el consabido dedo acusador sobre los animales, ya que no admiten que muchos virus, hasta ahora desconocidos, surgen en los laboratorios de gobiernos y grandes corporaciones.
Honestamente les impulsamos a que la busquen en las invasivas apps de streaming, o si tienen suerte como su servilleta, compren el , pa´que luego hereden un gran producto cinéfilo…