in

Night of the Living Death V, la reseña

Antes que nada, hay que hablar del traslado, de manera breve, por ser un evento en sí… Único, esperando que se repita. La organización que nos proporcionó el viaje de ida y vuelta, más el boleto de acceso fue Sound Check by Gus Bus; quienes se portaron chidos con la plebe que lleno el autobús. Íbamos puros chavos… pero vetarros, parecía camión geriátrico rumbo al banco del bienestar para cobrar el 65 y más. Pero ya arriba, y en el transcurso del trayecto, el ambiente se convirtió en una fiesta de veinteañeros desmadrosos, cosa que agradecí enormemente, ya que eso hizo más llevadero y placentero el viaje, ya que, por un accidente, el tráfico estaba de la chingada por lo lento y atiborrado de autos. Hail compañeros de tan embriagadora odisea…

Volviendo al festival, es grato saber que volvió con una pinche fuerza desmedida, colosal, abrumadora y con un putero de violencia ultrasónica. 7 bandas que se pasaron de verga con sus presentaciones; y en un paréntesis, no llegamos a tiempo a apreciar a los colombianos de Eshtadur por el ya mencionado tráfico, pero bueno, siempre hay un arroz en los frijoles. Salvando ese escollo, tocó el turno a los chavales de Nidhogg. Sorprende como Polonia forma grandes exponentes del black metal, y el género extremo en general; y estos cabrones dieron un aplastante chou, a pesar de que su set list fue un poco corto a nuestra consideración. Aparte de que hubo buena química con los parroquianos que atiborraron ese Pabellón Oeste del Palacio de los Deportes.

Después de ese acto, le toco a otros de sus paisanos, Hate. ¡Que putazos salieron de las bocinas! Machacaron de principio a fin a toda la concurrencia, como premonición a lo que en horas más adelante veríamos con los grandes actos estelares. Polonia tiene algo especial con estas tendencias oscuras. El respetable se les entrego sin condiciones, coreando, gritando o alzando los puños de guerra a estos músicos que no dudaron en regresar la intención a sus fanáticos. Vltimas es un caso especial, tirando a excepcional, traen muy buena vibra, con rolas que tienen magia y pegamento con el público, además de una buena disposición en la entrega e interpretación, peeeroo… Su acto parecía más bien un entretiempo, ya que, a pesar de la intensidad y potencia de Vltimas, no logró conectar del todo con los oyentes, y eso que el primer trabajo de esta multinacional super banda es uno de los más alabados en los últimos años. Pero bueno, a su servilleta le gusto mucho la propuesta de estos veteranos que no dejan de intentarlo y con mucha calidad.

Massacre es otro pinche nivel, la actuación más esperada por la mayoría de los espectadores. Y cumplió cabronamente. Su gira tan esperada, interpretando en su totalidad su aclamado y clásico debut “From Beyond”, fue un madrazo que nos tumbo los sesos de tan destructiva presentación. El mosh y el slam se dejaron caer sin avisar, causando caos y disturbio en todo el establecimiento. Volaron vasos con chelas, agua y meados a todo aquél que estuviera cerca de esa zona de guerra metalera. Devastación total la que trajeron estos vetarros gabachos. ¡Furia total!

Pero los chingadazos no terminaron con la partida de estos gabachos, dando paso a otros paisanos suyos Deicide. Y las puertas del infierno se abrieron de par en par, con un Glen Benton dirigiendo la letanía negra, con blasfemia y alabanzas al lado siniestro de la vida, cosa que encendió los espíritus de todos los que allí pernoctábamos. Parte de sus emblemáticas canciones fueron escupidas, literalmente, con todo el fuego que aun mantiene el señor Benton; de paso, podemos decir que su voz se mantiene en muy buenas condiciones, del resto de su cuerpo no hablamos por ¡¿qué le panzó?! Madrazo tras madrazo llegaban en salvajes oleadas sónicas, sin aspavientos o poses innecesarias. Directo a la yugular.

El cierre estuvo igual de espectacular, Nergal justifico el significado de su nombre: guerra y caos total del inframundo, desprendiendo plagas en forma de música. Su séquito le siguió fielmente en todas sus expresiones. Behemoth ya puede considerarse, les guste o no, una leyenda del black metal. Sus presentaciones siempre son esperadas, y la respuesta en la asistencia no defrauda a estos polacos que vienen con mucho gusto a retozar por estas antiguas ciudades americanas. Su set list fue invocador y atronador, lo que se espera de un artista que tiene muchos años, tablas y experiencias en este negocio.

En resumen, fue un festival que cumplió con las ansias y expectativas de este servidor, y yo creo que de la gran mayoría. La verdad, fue una ganga por el número y calidad de grupos involucrados, cosa que hay que agradecer al buen compa de Eyescream Productions por armar este tipo de eventos. Sigan sus redes y vean que clase de artistas vienen en los próximos meses, al igual del próximo año. Brutalidad, técnica, oscurantismo, poder, velocidad y destreza son lo que se va a ver en estos espectáculos.

De la misma forma, agradecemos, nuevamente a Sound Check by Gus Bus, el traslado y los accesos para poder disfrutar toda esta invocación de los muertos vivientes…

Como cierre, le damos hartas gracias a la bola de borrachos que tuvimos como compañeros de viaje… la neta, hizo más llevadero la ida y vuelta… Hail chavo ruckers…

Creado por Invidente Zurdo