¡Vaya día el que vivimos ayer!
La mota, Mary Jane, hierba, pot, weed, mafu, Juana o Juanita, entre otros apelativos, celebró un año más…
Forjando viajes rápidos y baratos, geográficamente hablando…
Esa weed nos trae mucha alegría y distracción…
Sanando ciertas patologías mentales y corporales…
Por eso, la marihuana es una de las mejores amigas de los distraídos libres…
Santos Remedios es un lugar que acepta a los outsiders, a los que buscan refugio y escape de sus rutinas… A los relajados y propositivos consigo mismo…
Pero algo de lo que más puede presumir este sitio, son las propuestas artísticas que allí se gestan. Son variantes inteligentes, llenas de ingenio y destreza…
Siendo la música la que más prevalece sobre las otras artes escénicas…
Todos los que ahí asistimos agradecemos este dadivoso gesto, ya que nos gusta soltarnos la greña junto con las inhibiciones sociales que nos encadenan físicamente a esta piedra giratoria…
Y el 4:20 no fue la excepción, maravilloso pretexto para sacar los prohibidos y saborear cada nota maridándolas con excepcionales bocanadas de verde libertad…
Nuestra gran sorpresa fue ver como el extraordinario músico, creador de un ritmo y empresa propia: Gammaliel López encabezaba esta larga noche de festejo…
En esas venerables y vetustas paredes se escuchó el regurgitar guapachoso del Mexican Rare Groove – ¡y de que manera lo hizo!…
El Afromexican que surge de las teclas y saxofón del líder de este original género, nos hizo saltar de alegría, y fue el perfecto complemento para arrancar motores y deslizarnos a otros niveles de la etérea divinidad del Nirvana…
De las bocinas se escucharon intensos temas como Cumbia 65, La Cumbia del Ave Fénix, Mal de Ojo y más composiciones que fluyen armónicamente del espíritu del buen Gamma…
¡¿Qué más pedir?! El Poncharte fue todo un éxito, destacando el increíble ambiente, las chidas vibras y exquisitas hojas que rolaron de boca en boca, como si fueran besos caídos desde ese paraíso perdido tan anhelado por Milton…
Felicitamos a Santos Remedios, así como al capitán del barco, el gentil Eleazar, quienes nunca nos fallan con la atención, las bebidas y espectáculos que siempre habitan en sus misteriosos rincones…
Imágenes del defensor lúdico de la adrenalina, Michel “Pingu” Espinosa…
Texto del Invidente Zurdo…
Ambas colaboraciones para la Ociosa Red…