El metal, en todas sus vertientes, tiene varias vitrinas en México lo que antes no pasaba y eso, mis ocios@s, parece ser un problema para algunos fanáticos, críticos y medios especializados. Si, así es como se ve, percibe y se lee. Vaya incongruencia…
Perdonen este exabrupto en forma de prólogo, pero no comprendemos esa rivalidad sin sentido porque vengan bandas veteranas o haya dos ediciones de un festival que poco a poco labró su concepto y propuesta entre los amantes de este género… y no tan aficionados.
No sabemos que haya detonado el que este festival tenga dos presentaciones en dos ciudades distintas. ¿Eso es malo? Claro que no, al contrario, el que se tengan dos venues es atractivo y facilita la ubicación para aquellos que no puedan desplazarse hacia el norte o centro del país. Desde nuestra humilde perspectiva, ambos carteles son interesantes y dignos de ver.
Y es así como entramos al Metal Fest VIII de la CDMX, organizado por Cacique Entertaiment, quienes le han echado todos los huevos a la canasta para que este sea un evento digno a los que se hacen del otro del charco. ¿Parece exagerado? No, al menos en la conformación y organización del cartel. Cierto que hay varias diferencias, pero con el paso del tiempo se van, y pueden irse puliendo para tener la misma organización a la europea o gabacha.
Nos pueden tildar de paleros o villa melones, pero creemos que hay que buscar el lado positivo y propositivo de las cosas, porque tirar hate y kk es muy fácil, más desde la comodidad del anonimato de las redes sociales. Es por la primera razón que aplaudimos que Cacique haga su lucha y trate de dar un espacio a los metaleros, sean nuevos o no; y no somos pendejos, sabemos que al final esto es un negocio, y como tal, cada quien lo pagará si quiere y le convence esta opción, y el que no, pos chingada madre, pos no,
Siguiendo la idea anterior, también es un hecho de que, al ser un negocio, se deben de cumplir las características del producto que se ofrece, y en caso de que esto no suceda, presentar su debida demanda ante las instancias oficiales y dejar de apoyar a los organizadores. Pero todo a su debido momento, no andar de inquisidores quemando cuando todavía no se han hecho los conciertos. Esa es nuestra opinión.
Así que, si les gusta ver y escuchar a Satyricon, Samael, Sonata Artica; Dethlock, Possessed, Katatonia, Watain, Alestorm, y demás bandas ya confirmadas, así como las que posiblemente se sumen. El sitio para esta fiesta es el Velódromo Olímpico como ya deben de saber, aquí debemos de ser honestos, este lugar nunca lo hemos visitado en este tipo de espectáculo y sinceramente no sabemos si será el más adecuado para festival de música. Tendremos que darle el beneficio de la duda, esperando que la logística ya haya cubierto todos los posibles escenarios que puedan darse, para bien o mal.
Los precios de los boletos están a un precio más que accesible para el calibre del evento, con más de 20 bandas de corte internacional y nacional. El abono de los dos días, 16 y 17 de noviembre, está en 3200, es decir, 1600 por día. Y en ese mismo orden de ideas, si gustas o puedes ir sólo una jornada, el acceso es de 1800, nada caro. La verdad, es buena la oferta como para dejarla pasar y no asistir a esta gran reunión metalera.
Opciones hay, ustedes elijan a cuál ir, esperando que la pasen chingón y cuenten su experiencia, y si, desafortunadamente es mala, también expongan sus hechos para que los buenos de Cacique aprendan de estos errores y no tropezar con la misma piedra.
Ocioltura recomienda ampliamente este evento…