Han pasado más de 20 días desde que regresamos a este ansiado ritual lleno de salvaje y asesina adrenalina que dispusieron los chingones de The Killers en la CDMX, en ese medio lejano 6 de octubre en el renovado “Foro Sol”, ahora conocido como “Estadio GNP”.
¿Qué más podemos aportar a lo que ya debieron haber leído en muchos sitios? La calidad e intensidad de este grupo está a prueba de balas, son garantía de entrega genuina, pero vamos, sabemos que al final es un negocio, y lo mínimo que esperas es que den todo de sí. Cierto, muy cierto, pero hemos visto otras figuras, del género que sea, con más relumbrón, pero con muchísimo menos entusiasmo arriba del escenario… y eso es decir poco.
Brandon Flowers y compañía tienen una especial relación con nuestro país, así lo manifiestan cada vez que vienen a las diferentes ciudades y festivales en los que son contratados. El frontman no se guarda nada al entablar esos pequeños monólogos que a todos nos encanta, tratando de involucrar todo el tiempo a su fiel tropa de “asesinos mexas”.
Y la retribución es más que generosa, nosotros, el público damos todo lo que traemos en los pulmones, mente, alma y espíritu. Desfogamos toda clase de sentimientos, oscuros o luminosos, para entrar en comunión con esta gigantesca banda que, a través de sus 20 años, ya se están ganando, a todas luces y con justicia, el mote de leyendas.
Además, creemos que esta mini gira, que incluyo un concierto íntimo en el Metropolitan, fue organizado con un telonero de lujo como lo fueron de Franz Ferdinand y, mejor aún, la duración del recital, de ambos, fue de mayor duración. Los segundos se echaron una hora, y el estelar brindó pasadas las dos horas. Aparte que fueron puntuales, cosa que muy pocos pueden presumir.
La lista de canciones vario un tanto, pero sus grandes éxitos siempre están presentes, pero en lo personal, esperaba que tocarán que para muchos es una de las mejores canciones de su historia, el sencillo o hit que nunca lo fue: The way it was.
¡Recontraputisimamadre! Chillé como escolapio de secundaria, y vaya que lo hice con harto sentimiento, porque nunca había tenido la fortuna de escucharla en un concierto de estos fenomenales músicos. Y sí, soy metalero, pero hay gustos – que no son nada culposos porque la música es universal – que no deben ocultarse.
Espero que no vuelvan pronto, The Killers, porque han sido tres años consecutivos viniendo a alegrar nuestras vidas, aunque sea un efímero lapso en el correr de la descomposición cósmica sideral…