Ya se las sábanas, Metallica no da paso sin huarache y, aunque no parezca una iniciativa propia, la publicidad nunca cae mal, más cuando se trata del treinta aniversario del disco que los volvió amados por muchos y odiados por unos cuantos por ponerse melosos, tipo Luis mi rey.
Uno de los ejemplos más destacados en este mundo es Blackened, un whisky americano con acabado en barril de brandy producido por Sweet Amber Distilling Company, una colaboración entre el difunto maestro destilador Dave Pickerell y Metallica que se creó en 2018.
En 2019, el antiguo maestro de Stranahan El destilador Rob Dietrich vino de Colorado para unirse a Blackened y ahora es responsable del abastecimiento de toneles, mezcla y manejo del proceso de acabado
Según la marca, Blackened es una mezcla de bourbon de origen y centeno añejado durante unos ocho años que ha sido acabado (añejado pues), en barriles de brandy negro con las frecuencias bajas de hercios de la música de Metallica, a través del proceso de mejora sonora BLACK NOISE.
Esencialmente, lo que esto significa es que el whisky se vierte en barriles de brandy español carbonizados que se explotan con los – dizque – poderosos acordes de Metallica y los rápidos riffs de tambor para hacer vibrar el líquido y aumentar la interacción entre la madera y el whisky, adquiriendo así más sabor y color. No, pos chido, lo que no entendemos porque se llama Blackned, una rola del majestuoso And Justice for All. Un disco más potente que el Black.
¿Se alteraría el carácter del whisky si el proceso de acabado tuviera lugar en una habitación silenciosa, o tal vez mientras te dan una serenata con las mejores baladas de Billy Joel de los 80? Por supuesto, pero parece que el objetivo aquí es acelerar la relación whisky-madera, a través de vibraciones sónicas de metales pesados, a diferencia del método probado y verdadero de tiempo + paciencia + fluctuaciones de temperatura.
Si observa esta técnica con el mismo ojo dudoso, podría mirar cosas como el envejecimiento en el océano, billetes de puré inusuales o pegar duelas cocidas a medida dentro de un barril. Al final, la verdadera cuestión es si realmente afecta el sabor del whisky. Que, para los briagos como yo, es lo más valioso por saber y no sí va a haber una asquerosa edición especial del susodicho álbum.
Después de todo, de eso se trata, independientemente de qué entidad famosa tenga una participación en una marca o qué proceso especial se utilizó para brindar un impulso adicional de sabor. Si el whisky no sabe bien, no vale la pena beberlo. A huevo, para cacas que dejen ciego, mejor me empino un suculento Tony, mejor conocido como Tonayán.
En el caso de Blackened, el whisky de Metallica, tiene un carácter único que probablemente complacerá a algunos y desanimará a otros. La nariz desprende un olor a especias y ralladura de naranja, los cuales se amplifican al tomar un sorbo. El final de barril de brandy ha tenido un gran impacto en este whisky, trayendo notas fuertes pero atractivas de pera, albaricoque, canela y nuez moscada durante el viaje, y la fuerza de 90 grados del líquido deja algo de calor persistente en la boca.
Puede que este no sea el whisky que desea verter cada vez que tenga ganas de tomar una copa, pero de todos modos es una buena adición a la barra de su casa y sería para algunos cócteles interesantes. Como quien dice, gato por liebre, valiente alcohol, mejor échense un buen mezcal, más fácil de conseguir, que pedir pura pomposidad capitalista salvaje.
El último lote (114) ahora está disponible como parte de The Black Album Whisky Pack, que viene con una botella de Blackened específicamente golpeada con la lista completa de canciones del megahit de Metallica The Black Album , una moneda de whisky coleccionable y el Snakebyte Cocktail Booklet que incluye recetas de camareros de todo el país y lleva el nombre de la guitarra ESP Snakebyte Signature de James Hetfield.
Ironía lo último descrito, ya que han de saber que el Jimmy se está recuperando de una recaída de su gusto por el bendito y bien amado trago. Pero bueno, hay que pagar las cuentas y como esta camarilla de señores, se da una vida de millonetas, pues hay que ponerle la marca a todo lo que se mueva, así sean condones, chupe o lo que se deje.
Y si no me creen, checando en esas páginas de venta por internet, la tella más barata está en 189 euros, o sea, unos 4536 varos. ¡No mames! Y el dicho pack, puta, son casi 500 de la moneda europea, es decir, 12 mil de nuestros devaluados billetes. Pero no es nego…
Con info de los gabachos de Rob Repport USA, una página que muestra muchos productos de alto lujo. Como entretenimiento y que quieras soñar con cosas que no puedas – podamos dijo el otro – pagar…