Urartu fue parte de los dominios asirios hace miles de años. Como una potencia económica y militar, conocida por sus tácticas impías de expansión territorial, alzaron poderosas fortalezas en torno a sus centros de poder.
2 mil 800 años después de la caída del Imperio Asirio, un equipo de arqueólogos encontró un castillo enterrado al este Turquía. Sospechan que pueda ser uno de los últimos vestigios de esta civilización antigua.
Así como otras civilizaciones poderosas en la Antigüedad, los asirios construyeron zigurats para establecer una relación entre lo divino y lo político. Se conformaron como una teocracia militar, que los llevó a su esplendor en poco tiempo. Urartu fue la ciudad en donde los caballos de la artillería se compraban para jalar los carros de los primeros arqueros.
Entre otras habilidades bélicas, los asirios se destacaron por tener arqueros impecables. Por esta razón, Urartu se convirtió en un pivote geopolítico. Además de colindar con otros reinos, era donde se conseguían las más excelentes bestias de batalla.
De acuerdo con los medios locales, las ruinas quedaron sepultadas debajo de las montañas en la actual frontera turca con Irán y Armenia. El proyecto de investigación está siendo financiado por la Universidad Van Yuzuncu Yil.
Se estima que el castillo enterrado entre las montañas se remonte a los siglos IX y VII a.C., aproximadamente, y que fue utilizado principalmente durante la Edad Media. Con todo lo anterior, el arqueólogo Rafet Çavu?o?lu, líder del estudio, destacó que “este castillo es un descubrimiento muy importante para nosotros”.
Los vestigios arqueológicos del castillo enterrado fueron encontrados a varios metros por debajo de la superficie montañosa. Al interior, se encontró una cisterna con 6 metros de profundidad por 6 de largo, y aproximadamente 2 metros de diámetro. De la misma manera, se hallaron piezas cerámicas y restos de herramientas de piedra caliza y arenisca.
Hacia el siglo VII a.C., la civilización desapareció por completo. Quizás como resultado de una invasión extranjera. A pesar de que se han rastreado múltiples casualidades, no se tiene certeza de porqué Urartu fue abandonada, casi de la nada. No fue hasta el siglo XIX que empezaron los trabajos de excavación y se encontraron los primeros indicios de presencia humana milenaria en el sitio.
Durante su esplendor, la ciudad contó con megaproyectos arquitectónicos. Canales de irrigación y templos ornamentados con leones se encontraban entre los más notorios. Así como Urartu, diversas metrópolis se extinguieron debajo de las montañas en el Medio Oriente.
Algunas de ellas fueron devastadas por los terremotos que azotan la región con frecuencia. Sin embargo, el castillo enterrado de Turquía promete ser un descubrimiento que atraiga nuevos motivos para el turismo y la cultura al país.
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