in

Revisión del Libro «Rius en Pedacitos»

Una antología que todos debemos tener. Una guía para saber ilustrar sin miedos…

Buscando en las librerías te puedes hallar pequeñas joyas que te hacen apreciar y ver de otra manera a un autor en particular.

Rius en pedacitos…

Eso es lo que me pasó al andar recorriendo las coloniales calles de la Puebla, para ser más exacto, en el centro histórico. En él, hay muchas tiendas de libros, algunas de cadena como León o Porrúa, también las hay de segunda mano y otras más especializadas para disfrutar de la lectura sin necesidad de adquirir alguno, tal como pasa en Profética.

Fue en una de ellas que me encontré un auténtico hallazgo, al menos para mi y me fue doblemente sorprendente ya que el autor es uno de mis favoritos: Eduardo del Río, mejor conocido como Rius.

Cartón alusivo y en homenaje a Augusto Monterroso…

El ejemplar en cuestión se llama “Rius en pedacitos” y es un libro de índole personal. Ilustraciones hechas como un ejercicio artístico íntimo, que fueron puliéndose hasta llegar a ser obras públicas. Todas éstas, las obras, son presentadas sin un orden aparente.

Los “Pedacitos” fueron su escape creativo, donde, se supone, no hay temas obligados, a pesar de que no dejan de tener el sello propio de Rius. En ellos se reflejan sus gustos, sus pasiones personales, angustias reinantes, disyuntivas constructivas y oníricas.

Eso lo llevó a realizar confesiones de sus placeres como son los animales, donde hay un buen número de ellos, siendo una especie de “bestiario”, en el cual desfilan tortugas, aves (principalmente), arañas, serpientes, camaleones y otros insectos.

Aves, Rius en pedacitos…

Pero como hemos mencionado, sus ideales allí siguen, mostrando lo hueco de la política y sus actores – excelente referencia al cerebro de Lord Peña -; también entra en escena la religión y quienes la conducen, bueno, eso dicen. Papas y curas son presentados con merecidas distinciones, las que premian la ineptitud. Celebrando los pecados que estos señores cometen en su “bendito” apostolado.

Las mujeres y sus conductas son otra inquietud que Rius no deja pasar. Las ama y respeta. Intentando comprender los vientos huracanados de sus humores benignos y tormentosos. Y como ellas, hay figuras que muestran sus aficiones y desesperaciones como la arquitectura. Edificios que simbolizan el desmadre inmobiliario que hay en las urbes mexicanas. Construcciones monstruosas que parecen no tener ni principio ni fin. No hay una estética clara en este abuso del espacio. Sin ton ni son.

Rius en pedacitos…

Qué decir de los laberintos, pasajes que parecen una obsesión por poner un orden al caos imperante de sus motivos. Excelentes representaciones de una sociedad nacional que parece caerse a pedazos.

Al final nos damos cuenta de que si hay un temario, que si existe una disposición de argumentos lógicos y escalonados perfectamente visibles. Y aunque no sea así, disfrutemos con este cuaderno de notas de Eduardo del Río, quien tuvo el atrevimiento de presentarlo a los ojos de sus fanáticos y detractores, sin importarle el que dirán, lo único que le interesa, es hacer una catarsis emocional y mostrar sus razones para dibujar…

¿Qué será, será…?

Dedicado a la memoria de este genio opositor de un sistema que sigue reinventándose, tal como las ilustraciones de él mismo…

Eduardo del Río – Rius…

Editado por Editorial Almadía en 2014 e impreso en su totalidad en papel Bond Inspira de alta resolución de 150 gramos, lo que le da una presentación rústica pero a la vez elegante…

Escrito por Invidente Zurdo

7.º Encuentro de Música – Madera – Laudería Puebla 2020

Salsa Cholula, una empresa (que no es nada poblana) más de grupo McCormick