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Tlacaélel, revisionando la obra de Antonio Velasco Piña

Hace poco terminamos de leer el libro de Tlacaélel, y debemos confesar que no sabíamos de su existencia, pero bueno, nunca es tarde para descubrir esos libros que tienen prosapia e influencia en algunos sectores de la literatura nacional, y quizás, yendo un poco más allá, con algunos escritores de otros países como Gary Jenninngs, al menos así lo vemos.

Esta obra, del maestro Antonio Velasco Piña, es una oda del que, aparentemente, era el poder real detrás de los Tlatoanis, Tlacaélel. Este personaje fue real, el máximo sacerdote, y posiblemente, el artífice del llamado Imperio Mexica; durante su vida, sirvió y aconsejó a tres de esos gobernantes, Itzcóatl, Moctezuma Ilhuicamina y Axayácatl. Ese período de estos tres poderosos hombres duró 45 años y él, Tlacaélel, fue el gran reformador de la vida mexica, por lo que su nombre sigue resonando en la historia de México.

De eso va la historia escrita por Velasco Piña, una novela biográfica con bastantes licencias creativas para reforzar y embellecer el ascenso de este Cihuacóatl mexica. Desde el principio del relato, el autor nos va mostrando cada acontecimiento y acción en el que, «el azteca entre los aztecas», va involucrado, ya sea por decisión propia o por esos avatares que trazan un destino, que parece estar escrito por la voluntad de los antiguos dioses.

Con ese proceder, la narración de Tlacaélel es la narración del ascenso y poderío del pueblo mexica. Y todo inicia como debe ser en cada momento de todos nosotros, por un acto de rebeldía. Ese levantamiento fue como cualquiera, un tanto caótico e improvisado, pero con el paso del tiempo, aunado a la visión de un excelente mando religioso y militar, el movimiento formo una organización, obediencia y disciplina que logró desbaratar el orden que los subyugaba.

Puede parecer simplista, pero sin la figura de este sumo sacerdote, no se puede concebir esa época de la historia de un país que ni siquiera estaba en ciernes de ser como lo es ahora. Por eso sugerimos que le den lectura a esta redacción que tiene más pros que contras, ya que como primera novela larga de Antonio Velasco Piña, es perfectible, pero en un porcentaje mínimo. La prosa del maestro, es entretenida y hermosa en su concepción, con cierta ingenuidad en el idealismo y nacionalismo que, creo, buscaba Velasco para con las personas de su generación. La exaltación de los valores y espiritualidad de esa poderosa e idílica raíz mexicana no tiene desperdicio, pero con tanta mezcla, y en gran grado, desintéres de una gran parte de la población, se ve imposible, replicar esa demostración de valores.

Como sea, Ocioltura recomienda cabronamente este libro, que, no estaría mal recomendar desde los primeros años de enseñanza de cualquier mexicano…

Creado por Invidente Zurdo