Hay historias cinematográficas que no deberían quedarse tanto tiempo enlatadas, más por la forma que fueron abordadas, y más si hay dos versiones de la misma. Ese es el caso de Payback – en español, La Revancha.
La primera cinta es del año de 1967 y protagonizada por uno de los actores con más personalidad y presencia en la gran pantalla, Lee Marvin. La segunda el estelar corre a cargo de un carismático, pero luego apestado, Mel Gibson… Y estuvo en cartelera en 1999.
Ambas cintas tienen como base el libro de Donald E. Westlake, pero que firmó con el pseudónimo de Richard Stark. Como paréntesis literario, ese nombre, y la forma, así como el género de este estupendo escritor, Donald, fue una de las inspiraciones para el maestro del terror contemporáneo, Stephen King, quien uso el primer nombre, Richard, para crear su propio alter ego, Richard Bachman.
Las dos películas tienen su encanto, pero no podemos negar que la manera como se filmó y editó la más reciente, tiene un punch más llamativo; sobre todo ese color sepia azulado – disculpen la referencia poco intelectual – es uno de los elementos que más llaman la atención y refuerzan la historia que se está contando. Un añadido a la ferocidad y brutalidad del personaje principal y sus compinches filmícos.
Otro de sus atractivos es que el Mel de esa década estaba en el pináculo de su carrera, con un enorme carisma y siendo una de las principales – sino que la que más – estrellas de Hollywood. Gran parte de la industria, así como el público, estaban rendidos a sus pies, y no sólo por sus caracterizaciones; también las películas que dirigía se colocaban entre las más taquilleras y en las premiaciones más importantes del rubro.
No se pierdan de esta cinta, los va a entretener y verán a un Gibson moviéndose con soltura en el set, sabedor de que es – era – lo máximo de la meca del cine…
Ya que estamos en la época dorada del streaming, les contamos el chisme de que esta movie se halla en los catálogos de Apple TV y Amazon Prime… Y pa´los que somos pobre, Warner Tv, con su cablera de cabecera…