En América Latina no es desconocida la censura, y no porque en otras regiones del planeta no se de este fenómeno, incluyendo esas que se conocen como “primer mundo”, si no me creen, recuerden, haciendo un poco de memoria histórica con los gabachos y su período con el senador McCarthy. De terror. Ya ni hablemos de la reciente chingadera que fue la presidencia – que amenaza con volver -, de Trump, sólo vean lo que paso con la genial comediante Kathy Griffin, que me la vetaron hasta para pasar al año de cualquier gran estudio gringo. Busquen su genial broma, que, como ya sabemos, los primos güeros, son de doble moral y se les hizo de espanto.
Los europeos presumen de ser más liberales, pero también se desgreñan con tipos extremos, como el buen tío Varg Vikernes, y si, no somos descerebrados que ni siquiera pasamos por la prepa, y no hemos olvidado las dictaduras fascistas del siglo XX, sin hacer a un lado la larga historia en represión monárquica y religiosa. De Medio Oriente mejor ni metamos la cuchara en ello.
Como decíamos al principio, Latinoamérica es un nefasto caldo de cultivo para gobiernos represores y autoritarios, obvio, algunos – o muchos -, dirán que criticamos a lo pendejo y creamos un complot para tirarlos de sus nichos. Como sea, en el pasado reciente de estos países que conforman la zona ha habido diferentes prohibiciones a cualquier tipo de libre expresión. El arte y la cultura es uno de sus blancos favoritos. Incluso, por encima de otros temas igual de importantes, y quizás, básico para las necesidades primarias de una población. La cultura también lo es, pero a veces, muchas, diría yo, el hambre es cabrona y las políticas económicas son un arma cabrona para el control de masas.
Después de este contexto y prologo, nos adentramos a las prohibiciones musicales que sufrieron los argentinos durante la dictadura militar que les asolo entre 1976 – 1983. Sin más rollos.
En el año 2009, el COMFER (Comité Federal de Radiodifusión de ese entonces, creado por la Ley de Radiodifusión 22285/80) dio a conocer documentos referentes a la censura de música durante la última dictadura militar 1976-1983.
La persecución a los artistas y trabajadores de la cultura, entre muchos otros grupos, era para ese momento ya conocida por toda la sociedad. Pero, a partir de la publicación de las listas, se comenzó a organizar una serie de eventos y encuentros para reivindicar a los artistas y canciones censuradas. Uno de esos proyectos, “Canciones prohibidas” reunió en el año 2015 a más de veinte músicos reconocidos de todo el país en vivo en el predio Tecnópolis en el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Las canciones prohibidas en sus nuevas versiones pueden descargarse aquí
Bajo el rótulo de “Cantables cuyas letras se consideran no aptas para ser difundidas por los servicios de radiodifusión” se puede leer el largo listado de canciones que la dictadura consideró -por diferentes razones y sin distinción de género – que no debían llegar a oídos de la gente durante esos años.
Desde “Amor libre” de Camilo Sesto pasando por “Cara de tramposo, ojos de atorrante” de Cacho Castaña; “Loco por tu culpa” de Palito Ortega; “Tu cuerpo” de Roberto Carlos; “Preludio de amor” de Donna Summer; “Cocaína” de Eric Clapton hasta “Me gusta ese tajo” de Luis Alberto Spinetta; “Chamarrita de los milicos” de Alfredo Zitarrosa, “Triunfo Agrario” de Armando Tejada y Gómez y César Isella, “Te recuerdo Amanda” de Víctor Jara; “Las madres cansadas” de Joan Baez; “Gilito del Barrio Norte ” de María Elena Walsh; “Compañera mía” de Alberto Cortez; “Estamos prisioneros” de Horacio Guarany; “Doña Fiaca” de Eladia Blázquez; “La bicicleta blanca”, de Astor Piazzola y Arturo Ferrer; “Otro ladrillo en la pared” de Pink Floyd y “Canción de amor para Francisca y su hijita”, de León Gieco, entre muchas otras.
Y para que vean de que se trataba, la retorcida visión de los censores guachos, les dejamos las debidas explicaciones de ciertos temas:
Ayer nomas – Los Gatos – Moris
“Ayer nomás, en el colegio me enseñaron, que este país es grande y tiene
libertad”. La primera frase de la canción dejó en claro la razón por la cual el
tema fue prohibido. La mítica banda del rock nacional hizo uno de los
temas más recordados de la década del 60 que, luego, fue prohibida por los
censores. Sin embargo, la letra que Moris llevaba adelante
tenía un poder político aún más grande.
Da ya think i’m sexy? – Rod Stewart
Las melenas rubias al viento, la sensualidad y este provocativo tema en la voz británica de Rod Stewart no pudieron ser difundidos debido a la prohibición que ejerció la dictadura militar.
Juana Azurduy – Ariel Ramírez
Con música de Ariel Ramírez y letra de Felix Luna, la canción hace referencia a la generala del Ejército argentino que luchó en el Alto Perú y que se hizo cargo de las guerrillas libertadoras tras el fallecimiento de Manuel Ascencio Padilla.
Another Brick in the Wall – Pink Floyd
“We don’t need no education, We don’t need no thought control”. El conocidísimo estribillo es uno de los más emblemáticos en los movimientos sociales de la década del 70 a nivel mundial. Pink Floyd, una banda revolucionaria, tenía temas que hablan de la liberación de los pueblos.
Me gusta ese tajo – Luis Alberto Spinetta
Pescado Rabioso también sufrió el recorte y la prohibición. Si bien el inolvidable talento de Luis Alberto Spinetta había desarrollado canciones más combativas, el ojo clínico de los censores no supo detectar las metáforas de libertad de otros temas y prohibieron una canción sexy, pero que en su letra no hace referencia a la situación del país.
Hasta la victoria – Aníbal Sampayo
El Che Guevara fue un símbolo de la revolución cubana que, por supuesto, los gobernantes de la dictadura no querían reproducir. Esta canción era en homenaje al doctor rosarino y por eso sufrió el recorte de los censores del COMFER.
Cocaine – Eric Clapton
La clásica canción de Eric Clapton toca uno de los temas más sensibles en ese momento. A los censores les parecía prácticamente imposible que un tema que diga “Cocaína” esté en contra, pero años después el propio autor de la canción explicó que la canción llama a la “reflexión”.
La guerrillera – Horacio Guarany
El nombre ya lo dice todo. Para el Gobierno de facto era imposible que esta canción circulara por los medios de comunicación. El folclorista siempre fue un férreo defensor de los derechos humanos y la dictadura militar prendió varios de sus discos editados. En 1979 le pusieron una bomba en su casa en Buenos Aires y desde ese hecho hasta el fin del gobierno solo brindó espectáculos en el interior del país.
Light My Fire – The Doors
Las miradas pacatas relacionaban a la banda y al ritmo psicodélico con el que empieza la canción a un mundo de libertinaje. La visión de los medios alrededor del globo para con The Doors era de una música que llevaba a los “vicios”. A raiz de este pensamiento, nació la censura de uno de los temas clásicos del rock.
Viernes 3 am – Charly García
El autor argentino tuvo varios inconvenientes con la policía de la época. Varios años después de ocurrido el golpe militar, García contó: “Un montón de veces tuve que dar explicaciones por mis temas”. En este caso, los censores decidieron prohibir “viernes 3 am” de Serú Girán.
Bonus Track: Cara de tramposo – Cacho Castaña
“Cara de tramposo y ojos de atorrante, con el pelo largo y la lengua picante”. Increíblemente la inocente letra de esta canción del cantante de los 100 barrios porteños también fue prohibida. El baile y la alegría tampoco estaban permitidos.
Con estas medidas, los sardos creían que controlaban al pueblo y defendían una causa justa, pero, al ser ciudadanos cuadrados, restringidos en sus pensamientos y sentimientos, se iban con toda la saña para aquello que les alterara su muy distorsionado concepto. La pura mierda militar, algo que no ha cambiado mucho en más de 10 mil años de retorcida civilización…
Con info de www.nodal.com y Diario Popular de la República Austral de la Argentina…