Pues parece que sí hay altas probabilidades que se forme un nuevo volcán en algunos de los valles centrales del país. Al menos eso dice un estudio que han hecho investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, más porque en esta zona del centro de México es una placa que cuenta con varios picos volcánicos.
La UNAM ha identificado e informado por medio del boletín UNAM – DGCS – 233, que en la Sierra Chichinautzin que se halla en los límites del sur de la CDMX, esta zona está conformada por más de 300 volcanes monogenéticos. Este lugar es único en su tipo porque, a diferencia de los poligenéticos como don Goyo, el Pico de Orizaba o la mujer dormida, los que se hallan en esa sierra son volcanes más pequeños y sólo hacen una erupción en su ida. Los otros, son de larga vida y tienen varias erupciones en ésta.
Siguiendo con esa información, estos monogenéticos son susceptibles a registrar una gran erupción. Y las probabilidades aumentan ya que en la llamada Franja Volcánica Transmexicana hay más de tres mil de los ya mencionados. Éstos nacen en la intersección de fallas y fracturas de la corteza terrestre, lo que facilita que el magma salga a la superficie. Para nuestra suerte, este tipo de volcanes no tienen la fuerza suficiente para lanzar material incandescente a la estratosfera y que ello provoque cambios climáticos de grandes proporciones. Lo que sí afectan son las localidades que están cerca.
Pero regresando al meollo del asunto, la UNAM nos dice, a partir de sus predicciones, que este nuevo volcán emergería al sur de la CDMX, entre las alcaldías de Milpa Alta, Tlalpan y Xochimilco. Pero no entremos en nervios de inmediato, ya que esta posibilidad se puede dar en 800 a 1200 años.
A pesar de que no estará dentro de la geografía de Puebla, quizás las generaciones de esos años tengan un maravilloso espectáculo.