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Los Viejos o Xitas de Corpus por el Mtro. Arturo Gómez del MNA

Esta es una nota del Museo Nacional de Antropología, escrita por el Maestro Arturo Gómez Martínez, quien es Curador – Investigador de dicha institución. Para no alterar el contexto y respetando el trabajo de este gran profesional mexicano, reproducimos íntegramente el artículo:

En la región mazahua de Temascalcingo, Estado de México, la máscara de viejo representa al ancestro y deidad de la tierra Xita o Tsita, son utilizados por los danzantes de los viejos que participan como oferentes en la fiesta de Corpus Christi para agradecer los frutos de la tierra, la salud y la seguridad alimentaria.

En cada barrio un mayordomo organiza la fiesta, quien además de una compleja comitiva de autoridades religiosas, tiene una cuadrilla de danzantes de viejos dirigidos por un “mayor” en la que se destacan personajes de ancianos y ancianas, además de torito y caporal. Las ofrendas se hacen en las capillas de barrio, al día siguiente acuden a la iglesia de la cabecera municipal y ahí llevan en procesión a las imágenes de sus santos ricamente ataviados con textiles bordados y adornados con flores, panes, dulces, cañas de maíz y palomitas de maíz. Después de una misa ofrecida por el presbítero, los santos son regresados en andas a sus barrios, acompañados por una multitud de danzantes de viejos, quienes visten indumentarias fastuosas, portan bastones, sonajas, canastas y una serie de elementos chuscos con los que se mofan del trabajo cotidiano. Lo que destaca de los danzantes son las máscaras de gran tamaño que cubren casi la mitad de los cuerpos

La máscara está elaborada con madera de colorín, papel maché y maguey. De esta última se utilizaron las fibras a manera de cabellera y barbas, así como el tallo de la flor sirvió para detallar las facciones de la cara, aprovechando su ligereza. Tiene incrustaciones de hueso y madera para representar los dientes. Las piezas fueron ensambladas y pegadas, posteriormente fueron tallados los rasgos del rostro para representar una cara humana de viejo barbado en actitud de risa.

Existe una red de artesanos dedicados a la confección de las máscaras y las indumentarias, quienes expenden sus artículos en sus talleres familiares. Los danzantes hacen encargos específicos con personajes y rasgos peculiares, aunque todas las piezas representan seres humanos de viejos muy grotescos.

Como se puede leer y comprender, la simbiosis religiosa sigue vigente, permeando en muchas de las costumbres de nuestro país. Se siguen considerando tradiciones de fe, algo que es muy arraigado y guía la vida de millones de mexicanos. A pesar de que el sincretismo tiene mucho de cristiano, también nos habla de como esta práctica tiene más siglos de uso atrás de la llegada de los españoles.

Hay quienes no les gusta la participación de la religión en la vida cotidiana de nuestra sociedad, pero es interesante como ésta crea una interacción positiva en las actividades del campo, dándoles una creencia de que hay divinidades apoyándolos en la obtención de abundantes cosechas y ganancia económica, dando una reciprocidad con una demostración de regocijo y agradecimiento espiritual con muestras de festividades que involucra, en algunos casos, al pueblo entero; o en las ciudades grandes, barrios completos.

La verdad, son fiestas coloridas y con gran material de estudio antropológico, artístico y sacro…

Si quieren ver el sitio oficial del artículo les dejamos el siguiente enlace: https://bitly.ws/XQPe

Escrito por Invidente Zurdo

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