in

Madurar 2.0

Serie: Fábulas macuarras…

Me doy cuenta que he madurado, reflexiono esto mientras suena de fondo Mr.Brightside de The Killers, canción que tiene un trasfondo de traición. En lo casi obscuro de mi habitación, con una caguama en la mano, tal como no debe faltar, una rica “León” de color negra y sabor amargo.

Aprovechando que hablamos de ese oscuro tono y bilis, como lo son algunos de mis días – no tan excelentes como todos creen -, pero creo es una parte de madurar. Saber que no todos los días son felices, brillantes y llenos de estrellitas, con mariposas, unicornios y lunas flotando. Pero hoy no vamos a llorar o quejarnos, sino más bien, recordar lo feliz y de la verga que te hacen sentir ellas y no me refiero a las chelas. Si no a las que te hacen sentir en el cielo a la hora de dormir y en el infierno a la hora de coger. Porque han de saber que la bóveda subterránea es el mejor salón de juegos para adultos que hay en los planos metafísicos…

El inhalador de vida para madurar…
Foto del Invidente Zurdo…

Al momento de tocar la cama, abrazados como boas constrictores, son una delicia, más que las almohadas del infomercial Soñare y al hacerla tuya, ¡¡puf!! Ya sea una diablita que se comporte como una virgen, pero que sea tan caliente que queme y arda al pasar sus uñas por tu espalda. Esos demonios merecen el cielo o el mejor infierno que exista. El séptimo donde don Belcebú está de cabeza comiendo eternamente a Judas y sus cuates de francachelas…

Sea como sea, yo solo sé que disfruto y me dejo enviciar. Adicto a otras cosas ya soy, pero ese es otro rollo, ya lo he platicado como loro barato de cantina de mala muerte ¿¿recuerdas??

Sí, mis vicios son las drogas, el alcohol y las mujeres; en pocas palabras, todo lo que apendeje y creo que, en eso, lo de apendejar, lo que más lo logra son las mujeres. Que apendejado ya he estado muchas veces, pero pocas veces lo disfruto.

No sé qué haría con ellas o sin ellas, ¿estás de acuerdo?

Ejemplo, por la tarde me dijo una de ellas que veía deli el sentirme más maduro, no sé si era mi forma de hablar, aconsejar o que puto pedo, pero me gusto y ahora ellas están deambulando en el fondo de esta trastocada mente.

El «Panteón» dandome motivos para madurar…
Foto del Invidente Zurdo…

Involuntariamente he reseteado la conducta. He agregado un nuevo software a la personalidad. Espero no tenga un malware malicioso y afecte esta nueva versión de mí. No quiero seguir en la “Deep web” o “dark”, o como carajos que se le conozca. Al menos una parte de mi quiere emerger, sacar la mente de esa suculenta zona y avistar nuevos horizontes.

Ojalá que la licencia de Madurar 2.0 tenga garantía extendida por varios años, así como programas de protección que cuiden esta inversión emocional. Porque nada es de a gratis y quiero navegar corrientes más calmas, disfrutar de amaneceres y ocasos sobrios. Sin trastocar la esencia de libertad que me fue concedida, con base a la experimentación, la cual, ha sido constante, con resultados favorables, así como dolorosos.

Quiero conocer otras “webs” que contengan pasiones menos adictivas, que aumenten mi disco duro y terminen por redondear esa formación humana a la que, se supone, estamos destinados a alcanzar.

Como dijo Paracelso: “Ser como dioses…”

Cuento escrito y donado por Michel Espinosa, mejor conocido como el Pingu, quién es un amante y defensor del uso lúdico de la adrenalina…

El escrito nos llegó en forma de pergamino pirata y tuvo que ser descifrado por la deshidratada y retorcida mente de su servilleta, lo que me llevo a ensamblar, en la fábula mariguana, algunas de las pláticas embriagadoras que ya habíamos tenido en algún oasis de rutilante urbe poblana…

Miche Espinosa, Pingu, al igual, también responde a sus vociferantes duendes verdes como el Kukis…

Escrito por Invidente Zurdo

El descubrimiento de una tumba troncocónica en Puebla

La sesión de un futuro influencer