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Mis Putos Malditos Demonios y Adicciones

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Serie: Fábulas macuarras…

Foto: Invidente Zurdo…

Poco más de media noche, algo alcoholizado, música a lo lejos de fondo, no distingo si son unas de esas rolas rusas post punkeras o una más chafa, más que pirateada, o de esas que me gustan escuchar que sin estar pedo ni perico te alteran todos los sentidos.

Aunque debo admitir que estoy a punto de inhalar unas cuantas rayas que se encuentran en un cuadro que me regalo un tío cuando tenía como 7 años. Algún uso debía darle, y qué mejor que llevar puesta a una de mis dos amantes.

A una de ellas, algunos la conocen como blanca, otras como Valentina y otros sobrenombres como caspiriña, ¿tú me entiendes, no? Mi segundo amor es una que se cree gringa, pero nació en México, se dice llamar Mary Jane, pero aquí de donde es, la conocen como María Juana.

Ella me calma y cura mi locura. Blanca es lo contrario. Ella si me lleva. No sé si es su cuerpo lineal ja, ja, ja, sabes de lo que hablo.  Su color blanco es puro, más que tu supuesta castidad casquivana.

Me prende que sea tan puta que se va con quien tenga para pagarle todo su kit, ya sabes que, sin su kit, no se disfrutar estar con ella. Sale demasiado cara, pero lo vale, no te he contado que cuando me llama Blanca como por arte de magia, suena mi whatsapp llenándome de mensajes las celosas que pelean por un lugar en ser mi adicción.

Pero ¿sabes? a pesar de ser local, me siento feliz con María, aunque suene paradójico. Cuando Mary no puede calmar mis demonios internos voy por quien me enloquece: Blanca. ¡Joder! De verdad que me hipnotiza.

¿Alguna vez en tu vida terrenal has sentido algo similar?  ¿Verdad que no? Es algo que tiene un, no sé qué, que que se yo. Pero la amo, obvio, mientras dure la aventura, porque al día siguiente es un nefasto dolor de cabeza y cruda económica, así como moral.

Te platico, mis demonios son cabrones y muy poderosos, me meten en cada pedo, pero a veces me gusta hacerles caso, aunque, sé que me causan conflictos; pero la única forma de apagarlos sería con alcohol o con mis dos amantes. Pero prefiero estar solo esta noche, seguir en este estado o mood que muy poco llegamos a tener la dicha de conocer bien a Blanca.

Fin.

Foto: Invidente Zurdo…

Cuento escrito y donado por Michel Espinosa, mejor conocido como el Pingu, quién es un amante y defensor del uso lúdico de la adrenalina…

El escrito nos llegó en forma de pergamino pirata y tuvo que ser descifrado por la deshidratada y retorcida mente de su servilleta, lo que me llevo a ensamblar, en la fábula mariguana, algunas de las pláticas embriagadoras que ya habíamos tenido en algún oasis de rutilante urbe poblana…

Miche Espinosa, Pingu, al igual, también responde a sus vociferantes duendes verdes como el Kukis…

Escrito por Invidente Zurdo

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