Dicen que el cielo es el límite, la última frontera domada sigue siendo tema de interés para bardos y soñadores, ya sea para letras de canciones, ensayos, poemas, o en el caso que nos atañe en este momento, el apelativo de una de las bandas más significativas de toda la música independiente en nuestro país: I CAN FLY…
Más porque en cada levantón de telón, se dejan el alma sobre las tablas que pisan sin dudarlo, no importando lo helado de la oscura noche…

Las ansias de los fanáticos al post punk de Puebla fueron estupendamente bien cubiertas con la sólida y, más que animada, actuación de estos forasteros de Ecatepec. Siendo esa delimitación una parte importante de su dramaturgia melódica; relatos cotidianos de amor y desamor, de emociones que cubren todos los espectros humanos, como tranvías desbocados que pasan de la felicidad a la angustia.
I CAN FLY desde que los descubrimos hace algunos pocos ayeres, como teloneros de una banda internacional turca, nos dimos cuenta que estos chavos traen una vibra y energía más que especial, tan cabrona que esa noche se comieron – desde nuestra humilde opinión – al acto principal… en todos los sentidos. Porque el espíritu no sólo se deja y se rompe la madre arriba del tablado, también cuando acabas y regresas al plano de la normalidad.

Es así como los hemos adoptado como uno de nuestros favoritos, ya que son una propuesta que gusta navegar en el riesgo, realizando trabajos discográficos interesantes, con amplia variedad en sus letras y, porque no, en otros géneros que no se ven en la superficie, pero sabes que están allí, navegando en las profundades de sus acordes, cimentando sus canciones con inusitada potencia que ya quisieran otras agrupaciones internacionales… Y no, no olvidamos que la base de sus sonoridades es el post punk.
Y es allí que nos corroe la duda ¿por qué diablos no tienen un cartel más mainstream que los haga sonar en todos lados, independiente de las plataformas virtuales de música? No lo sabemos, quizás también es parte de su estrategia como artistas, sintiéndose cómodos con esa situación exponencial. O no…

Realmente creemos que su arte y sus rostros deben tener una visibilidad a la altura de otros artistas que son comerciales. Al igual sabemos, que el post punk no es una corriente que esté viviendo una época de bonanza en estos momentos, pero esa ingenua ilusión está allí, latente por que más personas reconozcan a esta genial banda.
Y más por lo que vimos ese 11 de enero, retribución al máximo ímpetu, no dejando de lado su destreza para con sus respectivos instrumentos, alimentando el hambre melódica de los que asistimos… y vaya que salimos satisfechos con el profesionalismo de esta banda que bien hace honor a nombre…
…pudiendo volar, aunque sea por un efímero rato de extraña libertad…
Ocioltura recomienda ampliamente esta banda…

Pd. Acérquense a sus redes sociales y adquieran su cabrón material, no se arrepentirán:
- facebook.com/icnfly
- instagram.com/icnfly/
- youtube.com/@ICanFlyband
- tiktok.com/@icanflyband
Por el momento hallamos estas apps, dense y descubran esta excepcional agrupación…
Pd 2. ¡Muchísimas gracias a Andrea Aldana y al Beat 803 por las atenciones para realizar este trabajo!