32 años de involucramiento con los artistas locales, con la sociedad que necesita más de estos espacios para poder tener más opciones de educación y distracción, porque un museo no debe de ser rígido, cuadrado o en un extremo, asfixiante. Tampoco debe arrebatar la función educativa de las escuelas por completo, más bien debe ser complementario a esa función.
Las obras, los artistas – nacionales y extranjeros – con sus respectivas muestras, el entusiasmo y sabiduría de los curadores, la alegría y empatía de quienes colaboran dentro del Amparo, así como la genuina curiosidad de los visitantes asiduos a este recinto, lo hacen una obligada, pero voluntaria, parada turística y de aprendizaje, añadiendo otro motivo para conocer la colonial Puebla.
Por eso, queremos felicitar la tozudez y tenacidad de cada uno de los autores intelectuales y materiales que mantienen vivo y vibrante a este museo. 32 años no son fáciles, capotear los distintos avatares que no se pronostican en una junta de planeación tampoco. Algunos cambios no son fáciles, amargos porque son fragmentos pequeños de despedida, pero necesarios para la evolución física, intelectual y emocional. Esos 32 años representan eso y más, y no hace más que seguirles deseando que se siga surcando ese sinuoso camino de la mejor manera para mantener el éxito que hasta ahora tienen.
El Museo Amparo celebró el 28 de febrero, 32 años de ser una institución comprometida con la conservación, investigación, exhibición y divulgación del arte prehispánico, virreinal, moderno y contemporáneo de México. Fundado por Manuel Espinosa Yglesias y su hija Ángeles Espinosa Yglesias Rugarcía, en memoria de Amparo Rugarcía de Espinosa Yglesias.
Durante más de 40 años, la Fundación Amparo ha realizado diversos actos de filantropía y, actualmente, busca consolidar, profundizar, difundir y asegurar la continuidad de sus iniciativas: el Proyecto Roberto Alonso Espinosa y el Museo Amparo. En este aniversario recordamos a su fundadora, la señora Ángeles Espinosa Yglesias Rugarcía, motor fundamental para su apertura en 1991, quien rigió esta institución a lo largo de 16 años, colocándolo como el recinto cultural más importante en la capital del estado y uno de los más destacados del país. En sus palabras, el Museo Amparo fue su “séptimo hijo”. Su interés siempre fue el de difundir el arte nacional e internacional entre el público mexicano.
Facilitando un espacio de encuentro con nuestras raíces como mexicanos, la Colección Permanente del Museo Amparo abarca más de tres mil años de historia a partir de sus tres ejes: El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico, que ofrece a los visitantes una introducción a la cultura y a la historia del México antiguo (1200 a.C. a 1500 d.C.), desde su geografía, organización social e historia, hasta sus expresiones artísticas; las Salas de Arte Virreinal y Siglo XIX, un espacio que conserva la distribución y las características de una casa poblana del siglo XIX, en la que habitaron distintos miembros de la familia Espinosa y alberga una colección conformada por obras realizadas durante el período novohispano (1521-1821) y en el México Independiente (hasta 1900), y El tiempo en las cosas II. Salas de Arte Contemporáneo, que cubre un período comprendido desde los años ochenta hasta nuestros días, reuniendo el trabajo de diversos artistas que han forjado referentes para la práctica artística en el país.
A lo largo de estos 32 años, el Museo Amparo ha destacado por su Línea del tiempo, que presenta de una manera didáctica el desarrollo de las culturas mesoamericanas a través del tiempo en comparación con lo que estaba sucediendo en otros continentes, y por ser de los primeros en revalorizar la producción de estas culturas como objetos artísticos; también, en su inauguración fue el primer recinto en América Latina en ofrecer al visitante el sistema de Disco Compacto Interactivo, el cual ofrecía información de las piezas más representativas de cada sala a través de pantallas táctiles.
Con un amplio programa de Exposiciones Temporales que ha mostrado a artistas que marcaron la producción mexicana como Diego Rivera, Frida Kahlo y Manuel Felguérez en su año fundacional, 1991; producciones internacionales como Acentos americanos: Cultura visual como historia –realizada en colaboración con UBS y Young Fine Arts Museums of San Francisco–, PhotoPlay. Obras de la Colección Chase Manhattan Bank, Persia. Fragmentos del paraíso, Portadores de sentido. Arte contemporáneo en la colección Patricia Phelps de Cisneros; y un panorama artístico local a través de muestras como Pintores poblanos. Faustino Salazar y Rosa Álvarez, Dos hermanos, dos estilos. Aurelio Leonor y Rafael Leonor, Talavera: tradición de vanguardia, el Museo Amparo se ha consolidado como un espacio que propicia el encuentro con la producción artística que nos permite entender el legado cultural de la humanidad.
Durante este 2023, el Museo Amparo mantendrá un programa híbrido; con actividades virtuales y presenciales para públicos locales y turistas de todas las edades; entre talleres, conferencias, ciclos de cine, cursos y diplomados, Vinculación universitaria, recorridos guiados, actividades para públicos jóvenes y la participación en Noches de Museos. En el marco del aniversario y gracias al apoyo de la Fundación Amparo, también extiende su entrada gratuita a residentes del estado de Puebla, estudiantes y profesores, personas menores de 13 años y mayores de 65 años, así como los domingos para todos los visitantes durante todo el año.
De igual manera, podrán recorrer las Exposiciones Temporales Lu’ Biaani: Francisco Toledo y la fotografía que, por medio de documentos, fotografías, obras artísticas e instalaciones, se muestra la colección realizada por el artista oaxaqueño en el último cuarto del siglo XX y a través de ocho ejes temáticos. Y Sarah Crowner. Serpentear: Lecturas entre lo antiguo y lo moderno, la cual propone un diálogo entre la obra de la artista y el Museo Amparo, con una instalación en el Patio Prehispánico.
En los próximos meses, los visitantes también podrán encontrar nuevas Exposiciones Temporales, entre ellas Los huecos del agua, Maya Goded, Orozco en papel. Expresión gráfica en los años cuarenta, Artemio Narro Aguilar. Sangre y Claudia Andujar. The Yanomami Struggle.
Desde hace 32 años, el Museo Amparo ha servido como el punto de encuentro para vivir distintas experiencias, conectar con el arte de México y el mundo, y reflexionar a partir de situaciones actuales. Agradecemos a los medios y al público por su acompañamiento y los invitamos a vivir durante este 2023 #UnEncuentroConElAmparo.
¡Muchas felicidades Museo Amparo!