Uno de los artistas más prolíficos, controversiales, discretos y geniales de los últimos tiempos está, por un corto tiempo en Puebla. El Museo Amparo ha abierto sus puertas y expuesto una de sus salas para darle cabida a 40 cuadros, 40 gouaches (aguadas), esto es una técnica pictórica que consiste diluir el color con agua y eso es lo que hizo este talentoso alemán, que el color goteara y fluyera dentro de sus cuadros, y lo consiguió de extraordinaria manera, que muchas de sus obras se reinventan con la humedad y cambios de temperatura, son una hechura permanente.
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De este artista podemos mencionar que es considerado uno de los fundadores del “realismo capital”, una corriente que buscaba contrarrestar al “realismo socialista” que estaba en un gran auge, a mediados del siglo XX y que trataba de influir a toda la parte occidental de la Germania. Los expertos consideran sus trabajos, cualquiera que sea la técnica, pintura, fotografía, artes gráficas e instalaciones, como arbitrarias; ya que no se estancaba en una sola herramienta o enfoque. Su sentido del humor y punto de vista, estaba cargado de ironía, la cual contagiaba a todo su arte.
Esto lo van a notar en los títulos que hallaran en las paredes del Amparo, frases que, a pesar de cierta burla, están cargados de una poesía y lirica que habla de la alta sensibilidad y de una mente, así como una voluntad, que experimentaba y buscaba entender los estados mentales alterados. Fue una persona, Polke, que no rehuía a probar drogas duras, alucinógenas, que le inspiraran a abrir y, como ya dijimos, alterar las conciencias escondidas.
Para que entiendan de lo que mencionamos solo basta ver las fotos que acompañan a este artículo, pero es mucho mejor si van, párense delante de uno de esos gouaches y déjense ir en ese viaje interior…