La rebelión de las plantas lleva años en acción, desmadran a otras que son endémicas que no pueden con las características y apoyos que le dan los humanos sin dos pizcas de cerebro. No es culpa de las especies invasoras, al menos hablando de flora y fauna, porque en la cuestión de la colonización ni cómo ayudarnos.
Siempre hemos tenido curiosidad de ver como se desarrollan ciertas especies, de ambos reinos, pero al final termina reinando la locura de la codicia, y vamos como santos pendejos en tobogán para tratar de tener un chingo de dineros. Y no se toman en cuenta los posibles errores a cometer, sin hacer un análisis como debería, y ¡saz!, a seguir cagándola.
Eso podemos verlo en muchos países, pero como nosotros vivimos en la honorable y poco segura república de la 4T, nos interesa ver como le hacemos para seguir repitiendo tanta babosada…
Y uno de los ejemplos más claros que el agua son los casos de los agaves, mucha gente vive – y ha vivido – de ellos, y no lo hacen de manera rapaz, al contrario, son armoniosos y llevan décadas, respetando los tiempos debidos para poder aprovechar todas las bondades y no ser unos ojeis como aquellos que sólo ven lana sin cuidado.
El mejor de esos ejemplos es Jalisco y su región de Tequila, donde hay más marcas de ese destilado que lleva el mismo nombre que buenos políticos en todo el mundo. Ese incremento también se debe a que los inches gabachos han visto – cuando no – el fajo de billetes verdes en un segmento que inventaron: el tequila de alto lujo.
Y ahí los tienes, agandallando campos y campos para la siembra de agave tequilana azul, desplazando sin miramiento otro tipo de siembras como la del maíz y dándole en la madre a ecosistemas delicados en su funcionamiento.
Basta mirar el crecimiento de más del 526 % de la industria tequilera, provocando que se extendieran sin arrepentimientos a otros estados como Guanajuato y Michoacán. No cabe duda, la ambición, cuando sale de contexto, se extiende como vil enfermedad. Hasta el bendito bosque de La Primavera ha sentido los estragos de la deforestación de sus terrenos para dárselos a la multiplicación del tequila.
¿Saben que es lo peor? La alerta climática ya está sobre esa zona, dejando en evidencia la desaparición de polinizadores por el excesivo uso de fertilizantes e insecticidas… ¡Qué poca madre! ¡Con las abejas no!…
En el mundo del mezcal también se cuecen habas – no todos obviamente, pero ya empieza a haber pruebas – y por ahí van, alegremente, desmadrando regiones por sembrar agaves, que, repetimos, ni puta culpa tienen por la adicción a la marmaja y el chupe de las personas…
Con retazos de info de EFE y El País… Edición y autor de la nota por El Invidente Zurdo…