in

Protón, la proteína ecológica que intenta reducir la contaminación animal

A través de un proyecto llamado «Reacciona Primero», que ha recibido 3 millones de libras de financiación de Innovate UK, una agencia pública británica dedicada al fomento de la Innovación, sus científicos trabajan en reducir la huella contaminante de la comida para animales.

Ahora está produciendo casi a partir de la nada un alimento rico en proteínas al que han bautizado como Protón.

Investigador del Protón, imagen tomada de internet…

Además de Deep Branch, en el proyecto participan académicos y empresas como Drax, el mayor productor de energía renovable de Reino Unido, o la cadena de supermercados Sainsbury’s.

El Protón se basa en un proceso de fermentación del gas por el que los microbios se alimentan con dióxido de carbono, hidrógeno producido por electrólisis y agua. Eso genera como material sobrante la proteína de Protón. El mayor desafío para los productores de proteínas unicelulares es lograr fabricarlas a una escala comercial.

Proteína para alimentar a los animales de granja
Imagen tomada de internet…

Ya que las proteínas unicelulares acarrean un enorme coste de inversión. Las instalaciones para hacerlo van a costar más de US$100 millones, así que no van a ser baratas. Y muchas de ellas traen consigo otros retos claves, como el acceso a los gases que se usan como materia prima.

En el caso de Deep Branch, las emisiones industriales aportan la fuente de dióxido de carbono (CO2), tanto para el proyecto de investigación en Reino Unido, como para el centro más desarrollado que tienen en el Campus Brightlands Chemelot Campus, en Países Bajos.

Se le encontró un gran valor al asociarse con gente como Drax, y la razón es que están trabajando en tener un proceso por el que todo el CO2 que crean se almacena y retiene bajo el Mar del Norte.

El salmón, otro posible beneficiado
Imagen tomada de internet…

Están poniendo mucho esfuerzo en colocar la infraestructura, de modo que tengan acceso a su propio CO2 de la misma manera en que a nivel residencial se tiene acceso al gas natural y la electricidad. Y lo mismo ocurre con el hidrógeno, que es el otro ingrediente que se necesita.

Al producir el suministro cerca de donde se necesita y utilizar productos sobrantes como la materia prima de la fermentación, la huella de carbono de la proteína se reduce en un 90 % en comparación con los métodos tradicionales.

Con todo eso, tomando como ejemplo la producción del salmón, la huella contaminante se reduce impresionantemente y eso es algo que la madre Tierra agradecerá mucho. Dejar de chingar a la naturaleza con nuestras “modernas mamadas”…

Escrito por Invidente Zurdo

Los ganadores del Premio Nacional de Artes y Literatura 2020

Renuncia de Marko Hietala de Nightwish