Los sagrados libros de la Biblioteca Franciscana de la UDLAP

Uno de los ex conventos más bellos de todo México es el que se halla en San Pedro Cholula. Un complejo colonial que se compone de varios portales religiosos, algunos de ellos siguen dando sus prácticas seculares, a las cuales asisten miles de personas puntualmente desde hace siglos. La hermosa Biblioteca Franciscana, que está en comodato al cuidado, conservación y preservación de la Universidad de las Américas – Puebla; se ubica en el Portal de los Peregrinos del Convento de San Gabriel.

En este bello recinto, el cual ha limitado el acceso al área del patio conventual, donde hay hermosos murales hechos por los antiguos cholultecas, quienes aprendieron las técnicas de los franciscanos de esos tiempos les enseñaron. Pinturas que llevan siglos mostrando diferentes escenas biblícas, con extraordinarios trazos, perdurando la historia de nuestra cultura amalgamada con la de los, entonces, habitantes de otro continente. Eso no quiere decir que los puedas observa desde lejos, ya que la puerta a esa zona se encuentra abierta, y admirar toda la composición arquitectónica de ese patio.

En la parte de la Biblioteca Franciscana siempre hay diferentes muestras del acervo, un tesoro de diversos libros religiosos e historia, propios y de otros conventos como el de San Andrés Calpan; los cuales reciben una custodia especializada para mantenerlos en perfectas condiciones. Hay que decir que los ejemplares datan de varios siglos y pueden ser consultados por expertos y estudiantes, pero deben ser autorizados e instruidos por el personal versados en este tipo de material bibliográfico.

Las imágenes que mostramos en este artículo son de una exhibición con tématica a la semana santa, pero también había unos de referencia real, especialmente a la figura del Emperador Don Carlos. Como deben de imaginar, los tomos se hallan en recipientes de acrílico para su admiración, pero que no sufran algún tipo de daño por el medio ambiente o la mala manipulación de los asistentes.

Les sugerimos que vayan a este sitio, la entrada es libre, sólo hay una caja donde se pueden recibir sus donativos, sin imposición de cifra alguna. Es un recorrido corto, pero en esa limitada sustancia, hay mucho que observar y analizar de esos objetos llenos de historia.