Son las 12:20 AM por primera vez escribo sin estar bajo los efectos del delicioso y embriagador «Tony»; peleando con mis malditos demonios y miedos que me trastornan a estas horas pero ahora como asalariado que soy, debo cumplir con mi doble turno, el cual no me disgusta tanto la verdad pero no me deja lidiar con esos entes efímeros que me hace recordar que inicie relaciones con diablitas demasiado atractivas; y aún pago el maldito interés sobre esa suculentas relaciones, pero recuerdo que yo ya no soy tu dueño, no soy tu puto, ni tú de mi… puta. En el camino andamos y pirujos somos por el simple hecho de ser, de querer, de quemar los barcos en muelles tambaleantes.
Prometimos ser eso cada vez que nos mojaramos, y siendo sumisa como te encantaba ser de mi y yo de ti…
Así como ya no soy tu diablo…
Tampoco soy tu maldito ángel guardián…
Escrito envíado por el Michel «Pingu» Espinosa, ese dilatado amante defensor de la adrenalina…