Cuenta la historia que en 1930, mientras el mítico actor austrohúngaro Béla Lugosi trabajaba de día en los estudios de Universal y se metía en el papel del vampiro más conocido de la cultura popular para la adaptación de Drácula, dirigida por Todd Browning, de noche otro equipo de producción llegaba al mismo plató, usaba la mismas escenografías y filmaban casi exactamente la misma película, pero en español. Todo el elenco y técnicos detrás de cámaras, a excepción del director George Melford, eran latinos. El actor español Carlos Villarías interpretaría al Conde en el lugar de Lugosi, mientras que la mexicana Lupita Tovar encarnaría a Eva Seward, la protagonista.
La película se estrenó de forma limitada en Cuba, Nueva York y Los Ángeles en 1931 y durante mucho tiempo quedó olvidada, siendo mencionada solo brevemente por algunos historiadores del cine de terror en las décadas de 1960 y 1970.
Este filme la hicieron con la mitad del presupuesto, con muchos menos tiempo y resulta que cuando salen las películas, las dos, los críticos de Hollywood estuvieron de acuerdo que la versión en español era mejor y debido a eso la vendieron en Latinoamérica y desaparecieron todas las copias. La película reapareció en los setentas.
Es así como en la década de los setentas se descubrió una copia de Drácula en un almacén de Nueva Jersey, lo que provocó un renovado interés por la película tras una proyección de la misma en Nueva York con el apoyo del Museo de Arte Moderno en agosto de 1977. La copia proyectada estaba incompleta, pero generó interés debido a que se trataba de una película de terror de universal en gran parte inédita. Se encontró una copia completa en la Cinemateca de Cuba en La Habana, lo que llevó a varias reuniones para convencer al archivo de que permitiera prestar su copia de la película para su restauración. En octubre de 1992, finalmente el estudio lanzó una restauración de esta versión de Drácula en videocassette.
Javier Servin, responsable de los archivos de los estudios Paramount, confirmó, en una entrevista para el Miami Herald, la opinión de gran parte de la crítica especializada que pudo ver ambas versiones: “Creo que la versión en español es mejor, muchísimo mejor, en casi todos los aspectos. La gran excepción es Carlos Villarías como Drácula. Fue el único del elenco al que se le permitió ir a ver la filmación en el set en inglés, y parece que está tratando de hacer una imitación de Lugosi. Resulta un poco exagerado”.
Con info de elpais.com