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Imaginación, onirismo y creación de Miroslav ?Tichý.

Miroslav ?Tichý fue un fotógrafo checo (nacido el 20 de noviembre de 1926 en aldea de N?t?ice y fallecido el 12 de abril de 2011, en Kyjov) que se mantenía opuesto a los planteamientos artísticos del progresismo comunista que imperaba en esos años en la antigua Checoslovaquia, más por haber sido impuesta como un gran herraje caliente en la famosa Primavera sangrienta del ’68.

Miroslav es reconocido por sus fotografías distorsionadas y defectuosas tomadas con cámaras de fabricación propia realizadas con materiales de desecho. Dos grandes virtudes que habitaban en uno de los cerebros más fascinantes del siglo XX.

El artista, foto tomada de internet, no poseemos los derechos…

Fue hijo único de un sastre y pasó su infancia en Kyjov, poblado que se halla en la región de Moldavia Meridional, hasta que, tras la Segunda Guerra Mundial, comenzó a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Praga. De una timidez extrema, en 1948 se rebeló contra las autoridades junto a un grupo de estudiantes. La razón fue estética, no política. El nuevo régimen dictatorial había decidido cambiar las modelos que posaban para dibujo del natural por rudos obreros con mono. Dejó los estudios, dejó todo. Su fascinación por las mujeres es la constante de su vida. Pintaba, pero sus cuadros no interesaban a nadie.

Cámara hecha por Miroslav, foto tomada de internet, no poseemos los derechos…

Se convirtió durante décadas en un vagabundo e indigente, considerado por la policía de Checoslovaquia como un enfermo mental, pasando por numerosos psiquiátricos y prisiones. Tras dedicar sus esfuerzos a la pintura, ser desalojado de su casa y haber perdido su obra, en la década de 1960 se construyó con materiales de desecho una cámara fotográfica, dedicándose desde entonces a realizar retratos de mujeres que caminaban, descansaban en el parque, tomaban el sol en la piscina o subían a un autobús.

Obra sin título, foto tomada de internet, no poseemos los derechos…

Sus fotografías, que revelaba descuidadamente en su chabola sobre los más variados materiales, tienen un aspecto borroso, a veces sobrexpuestas, con rayaduras, impresas sobre papeles rasgados a mano, enmarcadas en ocasiones con simples cartones coloreados. Son características que lo ligan a lo pictórico. Tienen el encanto y el embrujo de lo imperfecto, de lo manual; también se nota la carga sensual en la mirada de este voyeur, ladrón de momentos fugaces e intrascendentes.

Otra de sus obras, foto tomada de internet, no poseemos los derechos…

En la década del 2000 fue descubierto por el crítico de arte contemporáneo, Harald Szeemann, suizo que también se desenvolvía como artista e historiador, pero tristemente ya falleció; quien le organizó una exposición en la Bienal de Arte Contemporáneo de Sevilla en 2004, aunque ya había realizado en 1990 una exposición en la Die Blaue Kunsthalle DuMont de Colonia. A partir de ese momento gozó de gran prestigio y sus trabajos recorrieron las salas de Valladolid en 2011, Madrid, Palma de Mallorca, París (Centro Pompidou) y Nueva York (International Center of Photography).

Obra de Miroslav, foto tomada de internet, no poseemos los derechos…

No cabe duda de que se trata de una producción idiosincrásica, coherente y estéticamente estable, donde las imágenes, testigos mudos de su obsesión voyeurística, apuntan no solo a la intensidad con la que puede vivirse un proyecto, sino que nos confrontan con el no infrecuente dilema de tener que optar si nos encontramos ante una producción artística perseguida con ese fin o es el mero resultado acumulativo de la obsesión enfermiza de su autor. En cualquier caso y sin haberlo él pretendido, sus pequeñas y descuidadas fotografías se cotizan actualmente sobre los 1000 dólares.

Recopilación de sus obras, foto tomada de internet, no poseemos los derechos…

Y como todo buen artista outsider, sus creaciones tienen más plusvalía después de que falleció, que, por cierto, regreso a su ciudad natal a descansar de sus demonios. Tenía 84 años cuando muere, en medio de su nostalgia visual.

«¡Si pretendes ser famoso, tienes que hacer algo tan mal que nadie en el mundo lo pueda hacer así de mal!”. Miroslav ?Tichý

Escrito por Invidente Zurdo

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