Vive y trabaja entre La Habana y Madrid. Su obra se expande del dibujo al videoarte, e incluye la instalación, el objeto, el sonido, la fotografía y el performance. Es licenciada en Historia del Arte por la Universidad de La Habana (1999, Cuba) y máster en Nuevos Medios por la Kunsthoschule für Medien, Colonia (2007, Alemania). Entre sus reconocimientos figuran el Premio Bienal Pilar Juncosa y Sotheby’s de Creación Artística (2021), el Premio DKV (2020), el Pollock-Krasner Foundation Grant (2020, 2005) y el Premio LARA (2017).
Ha expuesto individualmente en espacios de España, Senegal, China, Japón, Corea del Sur, Ecuador y Cuba; su obra pertenece a importantes colecciones públicas del mundo que incluyen el Centre Georges Pompidou, París; Perez Art Museum Miami (PAMM), Miami; Art Gallery of Ontario (AGO), Toronto; The Hammer Museum, Los Ángeles y el Museum of Fine Arts, Houston.
Sus video instalaciones son llamativas, interactivas y son una muestra de sonidos, formas y acciones que son cotidianas y que damos como hechas por la simple razón de que son cosas que siempre ahí están, siendo casi una obligación que no debe de fallar, tal como la respiración.
Una de esas instalaciones, sin tener el aspecto visual, se halla en el lobby del Museo Amparo y muestra en gigante dimensión, la caída de una gota de agua, con su respectiva transformación física de la tierra donde cae y en el fondo de ese espacio, el característico sonido que este deslizamiento líquido hace al golpear la parte donde hace impacto.
Las interpretaciones de Glenda van más allá de la visualización de gestos en apariencias comunes; también incluyen las interacciones sociales entre individuos y naciones, y como dice en su sitio web, estas demostraciones artísticas no son una metáfora política, más bien son actos de reencuentro de amistad y familia.
Glenda León sabe que la química es movimiento de emociones, delgados hilos que, con una sola vibración, por minúscula que sea, altera las relaciones entre los individuos y naciones, como ahora está sucediendo en Medio Oriente y la Europa del este. Por eso, en sus devenires con la experimentación espiritual, a través de plantas sagradas, ha trascendido por lapsos cortos el plano físico, entrando a esa dimensión mística donde conviven los dioses y sus mensajeros. Y en ese recorrido se ha dado cuenta que el entendimiento y calma son más claros, transparencias que pueden equilibrar sentimientos colectivos, algo que puede sanar al mundo.
Con esta premisa, es más que necesario que vayan a contemplar las obras de Glenda León en el Museo Amparo, estará por corto tiempo y con todo lo que se muestra, en una de esas, nos sincronizamos con la Química Celeste… Quizás…
Su página de internet es la siguiente: https://www.glenda-leon.com/
Fotos del Invidente Zurdo…