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Maya Plisétskaya, la ballerina absoluta rusa

Pocas personas te conmueven con la simple acción del movimiento gracil y coordinado; pocas personas te alegran el corazón, te sorprenden, animan o castigan al enseñarte cuan común somos la mayoría de los habitantes de esta cambiante roca. Una de esas superdotadas fue la excepcional Maya Plisétskaya, rusa, y por un largo rato, heroína de la desaparecida Unión Soviética.

El destacar en una de las organizaciones más exigentes y famosas del arte, como lo es el Ballet Bolshoi, ya presupone todo un reto y logro que no muchos pueden presumir. La maestra Maya fue más allá de eso, se convirtió en el rostro más visible de la compañía por décadas, a pesar de tener a muy cabronas compañeras, y rivales, de su mismo calibre. Todas y cada una de ellas se convirtieron en leyendas. Diosas del olimpo cultural de la historia humana. Maya está rodeada de todas ellas.

Admirada hasta los huesos por la manera en que intercalaba la actuación con la danza de magistral manera, tanto que los personajes se apoderaban de su cuerpo, creando escenarios cuasi misticos para el espectador; aun cuando las historias representadas llevan años en el gusto y conocimiento del populacho que somos.

Su repertorio incluía a Zarema en La fuente de Bajchisarái; el papel principal en Laurencia; La señora de la montaña de cobre en La flor de piedra; Kitri en Don Quijote; Myrtha, reina de las Wilis, en Giselle; Aurora en La bella durmiente; y el doble personaje Odette-Odile en El lago de los cisnes, frecuentemente considerado su papel más importante.

Supo enlazarse con ballets y coreógrafos que no eran de su nacionalidad, y con ellos también brillo, tan intensamente que en algunas de esas compañías la convirtieron en su directora artística como sucedió con el Ballet de la Ópera de Roma (1983-1984) y de la Compañía Nacional de Danza de España (1987-1990).

Es más que obvio decir que sufrió, junto con sus padres, la persecución de Stalin y otros políticos de esos tiempos. También es lógico saber que la maestra recibió todos los altos honores que debía merecer. Sirva esta pequeña reseña para recorda la obra que Maya construyo con sus bellos movimientos e interpretaciones salidas desde el fondo de su rebelde alma.

Creado por Invidente Zurdo