Invidente Zurdo
Alemania es uno de los semilleros que más música extrema e indie produce, no sé si en ese orden o es la mezcla de ambas visiones. Ahí hay un gran bloque de sellos discográficos o de representación que tratan, y muchas veces lo han logrado, de colocar a sus artistas en el gusto y mira del público; quizás no son tan mainstream, quizás no sean las ventas de discos tan abundantes – ¿quién las tiene en el esplendor de la era digital? -, a lo mejor no son tan reproducidos en las plataformas de moda, posiblemente no llenan los escenarios donde se presentan… Quizás algunos de ellos así lo han planeado…
No sabemos, pero lo poco que sí es que mucho de lo que se produce por esas indómitas tierras es de cabrona calidad y popularidad, véase el caso Rammstein, sólo por mencionar un mero ejemplo y que va más enfocado a los ritmos que nos gustan en la especie de oficina, por no decir guarida ratonera.
Y sin discursos, enfoquemos la vista, neuronas y adicciones en una banda que hará un recorrido por varias urbes mexas: Heretoir.
Una agrupación nacida en la mitad del primer decenio de este mal llamado siglo XXI – para nosotros quinto sol –, sorprendiendo a muchos por la mezcla de géneros que en esos albores practicaban, y lo siguen haciendo, enamorando a las hordas que residen en una especie de apartheid autoinfligido y hacen de esa música su playlist favorito.
Dicen los que saben que el black metal y el Shoegaze son tan afines que no pueden concebirse uno del otro cuando se trata de experimentar con ambos al mismo tiempo. Ensamblan a la perfección y Heretoir lo ha hecho cabronamente.
Sus melodías están cargadas de melancolía y furia a la vez, así lo han hecho desde sus inicios, llevándonos a la depresión, pero con elegancia… Y sí, el black metal tiene su majestuosidad, cosa que en esa transición se vuelve natural quienes se empapan en la oscuridad se conviertan en ejecutantes de música clásica. No sabemos si los miembros de Heretoir vayan a tomar esa senda, pero la complejidad de sus rolas, así como la técnica de sus interpretaciones los hacen neo clásicos.
Puede sonar a guasa lo anterior pero no es así, las reglas y métricas impuestas están para experimentarse, estirarse, malearse y romperse en caso de ser necesario. Algo que es difícil dirán quienes llevan décadas escuchando el género en general y creen que el metal está ya, muy acartonado. Puede ser. Aunque hay ejemplos como estos germanos que con el paso del tiempo han impuesto su sello y estilo, el símbolo que altera corazones desde sus composiciones, convirtiéndose en leyendas e influencia de los nuevos músicos.
Es imposible no clavarse con la voz de David “Eklatanz” quien clama pasionalmente por más abundancia de depresión y entonaciones de misantropía con la frialdad de las entonaciones sonoras que Heretoir expresa. Así lo han hecho a largo de toda su carrera, que ha estado plagada más de singles, Ep’s que discos de larga duración. Pero en cada una de estas manifestaciones grabadas no se duda de su calidad, demostrando que es mejor esa virtud que cantidad.
Y toda esa combinación de talento estará presente en nuestro territorio por el mes de marzo, mostrándonos el sendero para sumergirnos en los vericuetos infinitos de la mente y sus pulsaciones químicas para hacernos creer que tenemos sentimientos en los albores de este, nuevamente, mal llamado, siglo XXI cristiano occidental…
Ciudades mexas que serán encantadas por la moderna herencia:
- León, La Cadena del Rock, 17 de marzo
- Nezahualcóyotl, Carrusel del Rock, 19 de marzo
- San Luis Potosí, Bunker 57, 20 de marzo
- Puebla, Foro Puebla, 21 de marzo
- CDMX, La Piedad Live Music, 22 de marzo
El costo de las entradas está accesible ya que en parte de esta gira van a ser acompañados por chingonas bandas locales como los cabrones de The Depressick, Godbelow y Black Hate, así como otros grupos de la escena local de cada urbe. Y eso le da un toque de festival itinerante con entradas más que a la mano de cada metalero chambeador…
