Se ha instalado una nueva muestra artística en el Museo Amparo; esta es una visión que no tiene nada de angelical, al menos no para esos terirtorios ultrajados por la ambición e idealismo blanco. Pero si no nos creen, les dejamos la descripción de la institución…
El Museo Amparo, en colaboración con el Museo Universitario Arte Contemporáneo de la UNAM, presenta Kader Attia. Un descenso al Paraíso, una exposición que reúne la obra del artista argelino-francés Kader Attia, en la que se abordan temas como el colonialismo, la identidad cultural, la construcción de la modernidad, así como los conceptos de trauma y reparación. Su práctica combina técnicas como la instalación, la escultura, el video, la fotografía, el collage y el ensamblaje, creando obras que exploran las consecuencias emocionales y políticas de la supremacía cultural occidental. En este contexto, Attia propone el arte como una forma de reflexión acerca de los traumas históricos. Su obra forma parte de colecciones como el MoMA, la Tate, el Centre Pompidou y el Museo Jumex, y ha expuesto en instituciones como el Guggenheim de Nueva York, la Tate Modern y el Leopold Museum. Ha sido reconocido con premios como el Joan Miró, el Marcel Duchamp y el de la Bienal de El Cairo.

La exposición Un descenso al Paraíso reúne algunas de sus obras más recientes en las que reflexiona sobre las paradojas de la idea de progreso y Modernidad y propone una mirada crítica, pero sin caer en el pesimismo. Para Kader Attia reparar no significa simplemente arreglar y borrar las cicatrices, también puede ser una forma de recordar, de sanar y de darle un nuevo sentido a lo dañado. Esta idea atraviesa toda su obra: desde objetos restaurados hasta imágenes de cuerpos marcados por el trauma o la historia. Attia combina en su arte elementos de distintas culturas, tradiciones y religiones. Crea obras que funcionan como espejos: nos invitan a pensar en nuestra propia historia, en los conflictos no resueltos y en las posibilidades de reparación. Para él, el arte es un medio poderoso para replantear nuestra relación con la memoria, tanto en nuestros cuerpos e ideas, como en los objetos mismos.

Entre las obras que se presentan, se pueden mencionar:
Continuum of Repair: The Light of Jacob’s Ladder [Continuo de reparación: La luz de la escalera de Jacob]. Esta instalación, hecha con anaqueles metálicos, mobiliario, libros y objetos científicos, recuerda una biblioteca-laberinto. Al recorrerla, el visitante se enfrenta a una especie de abismo de información, iluminado por reflejos de luz que evocan la famosa “escalera de Jacob” de la Biblia, una imagen que representa la ilusión del ascenso y el progreso en Occidente.
Untitled (Rainsticks) [Sin título (Palos de lluvia)]. Los palos de lluvia, instrumentos amazónicos que transforman el movimiento en sonido, son usados por Attia para evocar el paso del tiempo y el ciclo de la lluvia, desde su inicio hasta el chaparrón. La obra sugiere un movimiento entre el Paraíso y la Tierra, reflexionando sobre la regeneración de la naturaleza y el silencio antes de la tormenta. En un contexto de cambio climático, esta instalación también señala nuestra relación con el entorno.

Pluviality #1 [Pluvialidad #1]. Kader Attia creó este filme para la Bienal de Tailandia, inspirado en cómo la lluvia transforma los sitios arqueológicos de Chiang Saen. La obra reflexiona sobre una arquitectura que asume el paso del tiempo y el daño como parte de su esencia, entrelazando imágenes de estas ruinas con la voz de un joven chamán que relata historias. Además, explora la convivencia del budismo y el animismo en el norte de Tailandia, y la sabiduría en sus relaciones con la naturaleza y la caducidad.
Mirrors and Masks [Espejos y máscaras]. El arte africano y el helénico ofrecen dos visiones opuestas: el primero busca involucrar al espectador física y emocionalmente, mientras el segundo es para contemplación estática. Attia, en esta pieza, que consta de máscaras de madera y recubiertas con teselas de espejo, evoca la poligonía del arte africano. Al mirar, el espectador ve su reflejo fragmentado y se integra en la obra a través de la luz y el movimiento.
The Field of Emotion [El ámbito de la emoción]. Attia define la política del presente como un “ámbito de la emoción”, donde los traumas y la memoria social influyen profundamente. El manejo emocional de figuras públicas se ha vuelto una fuerza poderosa. Para él, el arte encarna estas emociones y es clave en la reparación; así, la obra reúne gestos de dictadores, actores, políticos y voces como la de Aretha Franklin, en la que todos se presentan como símbolos de poder, dolor y redención.
La inauguración se llevará a cabo el sábado 23 de agosto a las 12:00 horas en el Auditorio Arq. Pedro Ramírez Vázquez, con una charla a cargo del artista Kader Attia, y los curadores Alejandra Labastida y Cuauhtémoc Medina.
Kader Attia. Un descenso al Paraíso podrá visitarse en las Salas de Exposiciones Temporales del Museo Amparo del 23 de agosto de 2025 al 4 de enero de 2026.
La neta del planeta, este es un evento que merece tener la atención de todos sus sentidos…
Agradecemos al Museo Amparo por la info e imágenes…