Hay organizaciones no gubernamentales que se dedican a incentivar ciertas actividades que no son legales o que están en las delgadas líneas de los límites de la justicia. Estas ONG’s no sólo buscan que la gente tenga una ganancia económica, también que el material que promueven esté al alcance de todos y sea útil para aquellas personas que la requieran por encima de una actividad recreativa. Pero no ahondemos más en este prologo, mejor veamos que nos dice la siguiente nota, la cual, podemos adelantar que es más que interesante por el planteamiento que se presenta.
En una ubicación secreta en el centro de México, un grupo de mujeres ataviadas como monjas cultiva, procesa y fuma marihuana, bajo la sombra de los cárteles.
Las mujeres pertenecen a las Hermanas del Valle, un grupo internacional fundado en 2014, sin afiliaciones a ninguna religión. El grupo de activistas se dedica a promover los poderes curativos del cannabis.
En Estados Unidos, aprovechando la legislación que permite el uso recreativo de la marihuana en una docena de Estados, las monjas han creado una empresa online de venta de CBD. El año pasado, lograron amasar más de 500.00 dólares.
La operación en territorio mexicano es más complicada. Para evitar conflictos con el crimen organizado y la justicia, las mujeres han adoptado un perfil bajo, operando desde ubicaciones secretas y guardando en el anonimato sus identidades reales.
A pesar de la amenaza constante de extorsiones y violencia, las activistas usan su vestimenta como una forma de llamar la atención sobre los beneficios del cannabis y las posibilidades de su uso en la vida cotidiana.
Una organización que debe tener todo nuestro apoyo, ya que el riesgo es doble, porque, nos guste o no, el crimen organizado y el gobierno pueden estar en un amoroso contubernio; en otras palabras: “pan con lo mismo” …
Este artículo fue complementado al casi cien por ciento por una investigación del elpaís.com