Rayos gamma capaces de penetrar en la materia más profundamente que las radiaciones alfa y beta azotaron recientemente nuestro planeta procedentes de la Nebulosa del Cangrejo, informa el portal CNet.
Hace unos 7.500 años se produjo una gran explosión estelar en el brazo de Perseo, el mayor brazo espiral de la Vía Láctea, situado a unos 6.500 años luz de la Tierra. Los restos de esta supernova ahora conforman lo que se conoce como la ‘Nebulosa del Cangrejo’, en el centro de la cual se encuentra un pulsar que gira a 30 revoluciones por segundo y emite pulsos de radiación que van desde los rayos gamma a las ondas de radio.
Un estudio de astrónomos chinos y japoneses, publicado en Physical Review Letters el 29 de julio, detalla la detección de esta megaexplosión de energía por un observatorio especial ubicado a 4.300 metros sobre el nivel del mar en el Tíbet, en suroeste de China.
La energía de la radiación gamma detectada alcanza los 450 teravoltios (TeV), un flujo en radiación ionizante 45.000 millones de veces superior a los rayos X usados en medicina. Hasta el momento, la energía más alta observada de los rayos gamma había sido de 75 TeV, y fue detectada por el telescopio HEGRA en las islas Canarias.
«Antes de este descubrimiento, muchos científicos creían que los fotones no podían acelerarse a una energía superior a 100 TeV», explicó el científico chino Huang Jing, uno de los participantes del estudio, citado por la agencia Xinhua.
«Este descubrimiento es un hito en la búsqueda del origen de los misteriosos rayos cósmicos», indicó por su parte el profesor Chen Yang, experto en restos de supernovas de la Universidad de Nanjing. Los científicos concluyeron que la Nebulosa del Cangrejo es el acelerador natural de electrones más poderoso de nuestra galaxia.