Puede que Lucio Fulci no resulte especialmente familiar para el gran público, pero sí para los fans del terror de la vieja escuela. El guionista, director y actor italiano estudió medicina, pero, lejos de ejercer la profesión, decidió dedicarse al cine de terror, donde sería conocido por su pasión por la sangre y la violencia y acabó siendo considerado un cineasta extremadamente controvertido.
El hecho de que Fulci fuera llevado a los tribunales por una de sus películas (Una lagartija con piel de mujer) es sólo uno de los muchos ejemplos de lo ofensivo que pudo llegar a ser el director italiano, siendo muchas de sus películas censuradas en distintas partes del mundo.
Otro ejemplo es El más allá, una película de terror zombie de 1981 especialmente dura y violenta que en Estados Unidos solo estuvo disponible en forma abreviada durante mucho tiempo debido a su representación de la violencia.
La acción de El más allá comienza en Nueva Orleans en 1927, cuando una turba irrumpe en un hotel y lincha a un pintor. Al hacerlo, la multitud, sin saberlo, envía a la humanidad a la destrucción, puesto que el pintor era quien debía asegurarse de que las puertas del infierno permanecieran cerradas. Cuando un cínico neoyorquino hereda la escena del crimen del linchamiento de 1981, llega el momento: los muertos quieren tener este mundo para ellos. Lo que sigue es una película de terror inmersa en una atmósfera surrealista y amenazante con numerosos actos de violencia grotescos e impresionantemente engañados.
En general, los temas en sus obras se relacionan con la duda, el pecado, el tiempo, la muerte y la crueldad, lo que le llevó a tener varios percances con la censura de sus películas. Las películas de Fulci tienden a tener un argumento base intercalado con escenas violentas e impactantes, creando una experiencia sensorial y surrealista más que una historia racional.
En 1996, meses antes de su muerte, Fulci recibió un homenaje en la Convención de Horor de Fangoria, donde se dio cuenta del impacto e influencia de su carrera fuera de Italia. Directores como Quentin Tarantino y Sam Raimi han reconocido en sus obras la influencia de Fulci.
Trsitemente murió por no aplicarse su inyección de insulina, lo que provocó su muerte por la diabetes que traía desde hace años.
Busquen sus movies y pasen un excelente rato, en ellas verán cuanto influyo en muchos de los directores actuales. Lo que nos demuestra que todo se ha inventado, sólo se construyen de diferentes formas… Como este artículo…
Con info de sensacine.com y Wikipedia… Edición del Invidente…