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Una opinión personal de «Las Baladas Tristes» de Iván García y los Yonkis

No ma, estoy escuchando por primera vez, de forma completa el disco de Baladas Tristes de Iván.

Debo confesar que me gusta, no al grado de lo que me encula el de Tormenta, pero hay algo que le reconozco:

Está deprimente y alegre a la vez, folclórico y regional. Nacional y extranjero en sus influencias.

Y por encima de todo:

Está embriagador, en todo su significado y en la extensión de la palabra que eso representa.

Lo primero que se me vino a la mente es «destapa el mezcal y una chela»…

Disfruta el viaje, el arte, la sugerencia de amor, con y sin decepciones…

Y a pesar de que en una de esas baladas, dice «Abre tus ojos», yo lo llevé al otro lado de la acción y su concepción… Los cerré e inhale lo más fuerte que pude por los oídos…

¿El efecto?… Afecto por el talento de todos los involucrados, pero más por la voz de Iván, que, sin ese desgarro, físico y esotérico, las canciones no fueran lo triste que son… el drama cotidiano hecho arte…

No sé cuanta dosis le queden al principal intigador, al yonki mayor, pero si sigue en esas convulsiones de genialidad, sus cuerdas corren el riesgo de hacerse nudos, impidiendo el placer hedonista de seguir disfrutándolo…

¡Pero que carajos!…

Sólo por hoy…

Octubre 31, 2025. Han escapado los monstruos, a la barra del bar más cercano para beberse, drogarse y perderse en las baladas tristes de ese escuadrón de la muerte musical…

Creado por Invidente Zurdo