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El descubrimiento de una tumba troncocónica en Puebla

Para iniciar, ¿qué diablos es una tumba troncocónica? Esta es un sistema constructivo en forma de botella, con paredes de piedra careadas, pulimentadas hacia el interior; mientras que al exterior conservan la forma natural de la roca basáltica.

Este tipo de tumbas son características del periodo Formativo, que corresponde al año 300 a.C.; se han localizado al sur de la Cuenca de México, en Cuicuilco, y en la región de occidente, en Guanajuato y Michoacán.

Tepeyahualco, imagen tomada de internet…

La diosa fortuna es bondadosa en los momentos menos adecuados. Esto se puede aplicar a unos pobladores de Tepeyahualco, en nuestro estado de Puebla. Ya que buscaban tener suficiente material para construcción de unas viviendas. En su esfuerzo, ya que no es fácil sacar piedras de una cantera, localizaron un entierro múltiple de 2 mil años de antigüedad.

En esa zona estaban los restos de cuatro adultos jóvenes en el interior de una tumba troncocónica, la primera en su tipo localizada al exterior de esta zona arqueológica, informó el INAH en un comunicado. El hallazgo fue hecho a 6 kilómetros al sur del bello y majestuoso sitio arqueológico de Cantona. 

Pobladores e investigadores en Tepeyahualco, imagen tomada de internet…

Los restos óseos, uno de los cuales presentaba deformación craneal tabular erecta, no guardaban su posición anatómica y presentan un mal estado de conservación, a excepción de la última capa, en la que se detectó una osamenta en mejores condiciones.

La Secretaría de Cultura dio detalles del descubrimiento, a través de los arqueólogos del Centro INAH Puebla María de la Luz Aguilar Rojas y Alberto Diez Barroso Repizo, quienes realizaron la inspección correspondiente.

Los entierros fueron localizados en un terreno conformado por una serie de pequeñas formaciones irregulares, parecidas a pequeños montículos, aplanados en la parte superior, compuestos de roca basáltica y tezontle fino, aprovechado por los pobladores del municipio como banco de materiales para construcción.

Fue justo en el interior de uno de los montículos en donde se detectó la osamenta, explicaron los agudos y bien instruidos doc’s Aguilar Rojas y Diez Barroso.

De acuerdo a las explicaciones de Díez Barroso, los tiestos colectados, asociados al entierro, corresponden en su mayoría a los tipos Tezontepec Rojo y Payuca Rojo, ubicados cronológicamente para la fase Cantona I Tardío (300 a.C.–50 d.C.), aunque en los niveles superiores, en el exterior del montículo se halló un fragmento de un vaso característico del tipo Poleo Rojo con manchas negras, cuya cronología es muy amplia, ya que se ha detectado entre los periodos Cantona I Tardío y Cantona III (150 a.C.–900 d.C.).

Durante la intervención, explicaron los arqueólogos, se pudo definir que, al interior del subsuelo, compuesto de fina gravilla de tezontle color rojo, se localizaron las paredes de lo que conformaba una tumba troncocónica. El estudio del entierro permitirá agregar información sobre Cantona, a los trabajos realizados por el investigador Ángel García Cook (1937-2017), aseguran los duchos arqueólogos.

Una excelente noticia para el acervo cultural del estado y del país en general, esperando se resguarden de la mejor manera y no sea de uso privado y luego anden apareciendo las piezas arqueológicas en programas como «El precio de la historia» de History…

La base de está información es proporcionada por el INAH y la Secretaría de Cultura Federal…

Creado por Invidente Zurdo