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Apuntes sobre ¿Quién mato a los Puppets?

¿Les gusta el cine de los hermanos Farrelly? Esos que hicieron Loco por Mary (There’s something about Mary, con Cameron Díaz y Ben Stiller). ¿O les gusta cualquiera película que tenga muchos tintes escatológicos? Pues esta cinta negra de los muñecos parlanchines es para ustedes.

Lo más irónico del asunto, es que es dirigida por uno de los hijos de Jim Henson, el creador de los Muppets y su reconocida empresa The Jim Henson Company, la que ha participado en otras producciones donde sus reconocidos muñecos no son los protagonistas.

Aquí sí, aun a pesar de la participación de la estupenda actriz Melissa McCarthy – aunque a veces no es bien vista en sus participaciones – quien se hace un tanto de lado y deja que sea el personaje puppet quien se afane de la película. Tranquilos, no es una cuestión de géneros y si así fuera, las marionetas son los outsiders de la historia, quienes, aun con la interacción de ellos con los humanos, siguen siendo vistos como marginados y ciudadanos de segunda.

Sí, aquí son los apestados y valga la comparación, son tratados como la comunidad negra; tienen sus propios centros médicos, pueden utilizar la mayoría de los servicios comunitarios, pero, o han sido relegados a los barrios populosos y / o bajos, o los han empujado a ello.

La historia trata de un ex detective puppet, quien ahora funge como privado y se ve involucrado en una serie de asesinatos – entre ellos el de su hermano – de varios de sus congéneres, que habían sido protagonistas de una sitcom exitosa. En éste sólo hay una actriz humana, que es interpretada por Elizabeth Banks, que a la postre, es la ex novia del ex policía, quién lleva por nombre Phil Phillips.

En el transcurso de esos crímenes tenemos escenas cagadas, donde el sexo esta en la primera línea de fuego y la verdad son imperdibles, sobre todo cuando Phil es visitado por la villana y tienen un buen revolcón con una eyaculación digna de una medalla olímpica. Ya adelantamos un spoiler, pero no hay que romperse el cerebro con el argumento. Realmente es bastante sencilla la trama, de la cual podemos decir que Phil lo acusan de los delitos mencionados.

El chiste aquí es disfrutar los gags y las infaltables referencias a la cultura pop. Otro factor, que también vale oro, es la ambientación del mundo de las drogas. Las secuencias pueden parecer graciosas, pero es un excelente recordatorio de lo que pasa en las calles de Los Ángeles o la ciudad que gusten de los Estados Unidos, más con la crisis de los opiáceos. Pero que en México nos estamos acercando peligrosamente; ya tenemos “picaderos”, donde la circulación de las drogas duras es de lo más cotidiano.

Xenofobia, misoginia, drogadicción, pobreza, explotación laboral y sexual, así como segregación están en toda la cinta -no olvidemos el incesto-. Lo políticamente incorrecto que no tienen los originales Muppets, del patriarca Jim, están en la creación de su hijo Brian, quien no se guarda nada.

El reparto, que está compuesto por McCarthy, Banks, Maya Rudolph, Joel Mchale y Leslie D. Baker son los protagonistas humanos y en las voces de los peluches son Bill Barreta, Dorien Davies, el esposo de Melissa, Ben Falcone y otros talentos que logran una cacofonía bastante divertida.

 No se pierdan está cinta y vayan con expectativas de desmadre, sin esperar un guion lleno de intelectualidad, pero que esto no los sorprenda, no es una cinta pequeña. Es una versión ficticia de lo que está pasando allá afuera y el mundo no se está volviendo muy agradable…

The Happytime murders es una cinta del 2018 de Brian Henson y tiene un buen homenaje a una de las películas icónicas de Paul Verhoeven…

Escrito por Invidente Zurdo

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