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La bocona Margarita de Tirol

Bien dicen que hay personas que sobrepasan la historia real y se entretejen con la fantasía, volviéndolos un personaje fascinante que tiene más de leyenda que de realidad. Así le paso a la duquesa Margarita de Tirol, nacida hace un poco más de 7 siglos, su aparentemente figura física, tenía repercusiones en las primeras décadas de los 1900’s.

¿A qué nos referimos? La fama de Margarita de Tirol, alemana de nacimiento, se catapulto en esta época moderna con una ilustración hecha por John Tenniel para la primera edición de Alicia en el país de las maravillas. Aunque desde este hecho ya hay controversia, ya que el mencionado dibujante británico, eso dicen, se basó en un bosquejo del gran Leonardo Da Vinci. Pero algunos especialistas del arte, creen que eso no es cierto.

¿Pero por qué, independientemente, se le atribuye esa fealdad? Tampoco podemos olvidar que también la tachaban como muy cruel y lasciva. Quizás, fue ese último adjetivo calificativo, lo que le otorgo esa mala fama.

Antes de entrar en detalles, debemos escribir de su biografía. Como bien hizo el cool…ero de Jack, vayamos por partes.

Fue en el año de 1318 que vio las primeras luces esta mujer, en Tirol, que, en esa época, pertenecía a lo que hoy conocemos Alemania, pero a la muerte de ella, se anexo a Austria, por imposición del poderoso linaje de los Habsburgo, lo cual continúa hasta nuestros días.

Su padre, Enrique de Carintia, no tuvo herederos masculinos, por lo que logro una dispensa imperial, por parte del emperador Luis IV, para que su hija, Margarita, pudiera ser la heredera de este ducado. Esto le marco su destino, uno muy desdichado, ya que, desde esos infantiles años, no fue, en gran medida, una moneda de cambio para los poderosos, empezando por su propio padre.

A los 12 años de edad fue casada con un pequeño príncipe, Juan Enrique, un crío de ¡sólo 8 años de edad! Este chiquillo venía siendo una especie de sobrino del papá de Margarita, ya que era hijo del rey de Bohemia, antiguo cuñado y adversario de la corona de Enrique. Como sea, este matrimonio no tenía mucho futuro, ya desde que se conocieron, los niños, no hubo química, todo lo contrario. Además de que se corría el rumor de que nunca se consumo el mismo. ¡Vaya idea de querer formalizar una alianza territorial con sexo infantil! Lo malo, es que eso era muy común en esa época, aunque lo sigue habiendo en unas regiones del planeta.

Ese factor fue aprovechado para la anulación de tal unión, con sus respectivos tropezones: fueron excomulgados por el mismísimo papa Clemente VI, pero aun con ello, se sentó un procedente inimaginable para el medievo, un “divorcio” como tal. Y fue uno de sus poderosos rivales quien abrió la puerta para tal disolución, al otorgar una dispensa papal para su, todavía, marido.

Así anduvo la duquesa, de un bando a otro, buscando sus mejores intereses, lo que dio inicio a su deplorable fama. De ahí su apodo, que era Maultasch, boca de bolsa o para mejor practicidad, bocona. Una parte de la historia nos cuenta que era una mujer fea, con una boca enorme y con ello justifica el sobrenombre.

También se le retrata como una mujer involucrada en muchos escándalos sexuales e intrigas políticas. Se pinta como una libertina que no se saciaba sólo con su esposo, sino que buscaba entre los campesinos, amantes ocasionales para satisfacerse. A los cuales, según testimonios, de que era muy generosa con todos ellos, dándoles títulos y tierras. A estas acciones se le suma el nada honorable título de “la mujer más malvada y libertina de Europa”; esto, de acuerdo a expresiones de algunos de sus contemporáneos.

Tal profundo fue el alcance de esa idea, que se afirmaba que envenenaba a todo aquél que fuera un obstáculo, incluyendo a su marido e hijo. Por lo mismo, describían a Margarita como una mujer muy fea, en todos los sentidos.

Pero hay otros cronistas que la describen como una mujer excepcionalmente bella, pero, para mala suerte, no hay retratos creíbles de su época. Hay meras suposiciones e inspiraciones de varios artistas, así como relatos y / o recopilaciones como la que hizo Jacob Grimm.

Sea como sea, como epilogo podemos añadir que, como en todas las etapas de la historia humana, a las mujeres con poder – como a casi todas – se les ha denostado, tergiversando los hechos reales, deformando las acciones y actitudes de una mujer que tuvo que adaptarse a sus tiempos para no perder sus derechos y escudarse de la ambición de varios reyes que revoloteaban a su alrededor, tratando de arrebatarle sus propiedades y hasta la vida misma.

Busquen las ilustraciones y escritos para que se den una idea de que personaje armaron sus detractores…

Escrito por Invidente Zurdo

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