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El veneno inagotable de Dupont en el gabacho… Y anexas mundiales

Hasta película ya se hizo, pero no sabemos si el valemadrismo de esta gigantesca corporación ha llegado a un tope o sigue dando toxicidad – cual pareja o ex – a los que ocupan sus productos…

Así vayamos a ver esta triste y hitleriana historia de amos del mal:

Corría el año 2016 cuando el prestigioso ‘The New York Times’ publicó una crónica firmada por Nathaniel Rich. En esta, el periodista se hacía eco de la lucha de un abogado estadounidense de Cincinnati, Rob Bilott, que, desde 1998, trataba de demostrar que Dupont envenenaba de forma sistemática y consciente a los habitantes de Parkersburg, una pequeña localidad de Virginia Occidental (Estados Unidos), con el PFOA que vertía en las aguas y tierras de una de sus fábricas ahí localizadas.

También conocido como C8, este compuesto químico proveniente de la industria militar ha sido utilizado por Dupont para fabricar materiales como el teflón. Pero también para el desarrollo de artículos de limpieza, pinturas, telas, alfombras, envolturas de comida rápida, cajas de pizzas, superficies resistentes a las manchas… Según varias investigaciones, el químico está presente en la sangre del 99% de las personas en todo el mundo. Su uso masivo para numerosos fines ‘domésticos’ hubiera pasado desapercibido si no fuera por el vertido en Parkersburg. Lo que comenzó con unas cuantas vacas muertas, acabó con una demanda millonaria y miles de personas enfermas.

Rob Bilott dedicó más de una década de su vida, que se dice pronto y no lo es, a desenmascarar a la multinacional y demostrar que había envenenado a unos 3.500 habitantes de esta ciudad rural, provocándoles desde cáncer de riñón, de testículos, infertilidad, enfermedades en el colón, malformaciones en fetos, hipertensión y afectaciones a la tiroides. Tras el escándalo, Dupont se vio obligada a sellar un acuerdo con las víctimas en 2017 de 671,7 millones de dólares. Esto en concepto de indemnización por los daños irreversibles en la salud de su ‘químico eterno’.

La batalla judicial del abogado está recogida en la película ‘Dark waters’ (aguas oscuras, en castellano, pero traducida como ‘El precio de la verdad’ en Latinoamérica), dirigida por Todd Haynes y protagonizada por el actor Mark Ruffalo y Anne Hathaway. Una cinta que fue ampliamente avalada por la crítica pero no obtuvo el reconocimiento que merece por parte del gran público.

Desde entonces, Rob Bilott se ha convertido en un abanderado de la causa, liderando millonarias demandas contra Dupont. El número de personas afectadas por sus vertidos no ha parado de aumentar con el paso del tiempo… “Han pasado 24 años trabajando en este caso, que es un problema para la salud pública y no fue reconocido durante décadas”, reconoció el abogado en una entrevista con ‘La W’ en 2022. Durante esta intervención, Billiot reconoció que, aunque la multinacional ha dejado de usar el PFOA para fabricar el teflón, solo realizó un pequeño cambio molecular mínimo en su composición química que no asegura que ya no sea peligroso. La preocupación sigue vigente.

El letrado busca ahora que las autoridades internacionales sanitarias correspondientes prohíban a Dupont y al resto de grandes compañías, como 3M, usar el C8 para fabricar sus productos. Una gesta complicada por el poder que aglutinan estas corporaciones multinacionales y por la dificultad que supone demostrar que, efectivamente, la exposición a estos materiales (y no el contacto directo a través de un vertido) está vinculada con el desarrollo de enfermedades. Por el momento, la Unión Europea ha incluido el PFOA en la lista de “sustancias de alta preocupación” como cancerígeno, tóxico para la reproducción y bioacumulativo.

Con texto original de Julia Alegre Barrientos para https://es-us.finanzas.yahoo.com/, y te dejamos el enlace de la página con esta nota: https://bitly.ws/33yDv

Las imágenes también son mostradas con fines informativos e ilustrativos, sin ánimos de lucro…

Edición pasadísima del Invidente Zurdo…

Creado por Invidente Zurdo